Raquel Salgüero (1)
Isabel Rodriguez (1)
Las neoplasias del tracto urinario inferior son raras en gatos1 con cuatro casos de tumores uretrales descritos: dos carcinomas de células transicionales (CCT) 2,3, un carcinoma de células escamosas (CCE)4 y un leiomioma5. Aunque el linfoma puede aparecer en casi cualquier localización en la especie felina, el único caso de linfoma uretral en la literatura veterinaria ha sido descrito en un perro (golden retriever)6. Describimos el caso de un gato con rotura vesical iatrogénica secundaria a un linfoma uretral, una infiltración linfomatosa fue también identificada en riñones y ganglios linfáticos mesentéricos y portales.
DESCRIPCIÓN DEL CASOS/S CLÍNICO/S
Gata castrada de 13 años, casera es remitida a nuestro hospital por una sospecha de rotura vesical iatrogénica tras un intento de vaciado manual de un globo vesical.
El examen físico mostró depresión, hipotermia (33˚C) y onda ascitica positiva. La analítica sanguínea reveló una leve neutrofilia de 16,55 x 10^9/l (Intervalo de referencia (IR) 3,12 - 12,58)) y marcada azotemia con una creatinina de 857.5 µmol/l (IR 26.52 – 159.12 µmol/l), urea de 61.27 mmol/l (IR 3.33- 10.82 mmol/l) y fósforo de 6,46 mmol/l (IR 0,97-2 mmol/l) siendo el resto de la analítica sanguínea normal. SNAP FeLV/FIV fue negativo.
Se realizó ecografía abdominal bajo sedación en la que se apreció la presencia de gran cantidad de líquido libre. La vejiga estaba vacía, con bordes irregulares y pared engrosada. En el aspecto proximal de la uretra se apreció una masa hipoecoica concéntrica y circunferencial de 1x2 cm de diámetro (Figura a) que producía obstrucción del lumen. Se detectaron cambios renales bilaterales con pérdida de la diferenciación cortico-medular y la presencia de múltiples nódulos corticales hipoecoicos (Figura b). El estudio también mostró linfadenopatía portal y mesentérica con reacción mesentérica perinodal (Figura c). La pared del ciego aparecía engrosada (4 mm) e hipoecoica con pérdida de estratificación (Figura d). Las radiografías de tórax fueron compatibles con la normalidad.
Se tomaron muestras ecoguiadas del líquido abdominal (compatible con uroabdomen: creatinina 1661.96 µmol/L) y de las lesiones descritas en riñones, ganglios linfáticos y masa uretral (compatible con linfoma).
Debido al pronóstico peyorativo los propietarios decidieron una eutanasia humanitaria del paciente desestimando realizar más pruebas. La necropsia fue declinada.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Los tumores uretrales en gato son muy raros, estando descritos solo algunos epiteliales malignos (CCT y CCE)2,3,4 y un leimomioma5.
En medicina humana, los linfoma uretrales son raros, con 29 casos descritos desde 1949 hasta 2012, de los cuales 20 eran en mujeres y la mayoría eran linfomas de células B difusos y linfomas tipo MALT (un linfoma tipo B común con afección extranodal como estómago, glándulas salivales, anejos oculares, piel y tiroides)7.
Hasta la fecha sólo ha sido descrito un caso en la bibliografía veterinaria de linfoma uretral en un Golden retriever diagnosticado de un linfoma digestivo T difuso6. En este paciente, la ecografía revelaba una masa en la uretra media bien delimitada, tubular y una región de intestino delgado con un engrosamiento de la pared anular con corrugación de la superficie de la mucosa6. En este caso el linfoma se confirmó por histopatología. En nuestro caso, la pared de la vejiga estaba engrosada sin presencia de masas en su luz, apreciamos una lesión hipoecoica concéntrica y circunferencial en la uretra y a diferencia del caso en el Golden retriever nuestro paciente también presentaba afectación de riñones y ganglios linfáticos.
En vejiga, las imágenes ecográficas y radiográficas de linfomas vesicales son similares a las de otros tumores de vejiga8.
Hay poca información sobre tumores uretrales en gatos y hay escasa descripción radiográfica y ultrasonográfica de ellos. En uno de los casos descritos de CCT uretral en gato, la uretrografía retrógrada positiva mostraba dos masas que ocupaban la luz de la uretra proximal2. En el gato con CCE, la ecografía abdominal mostraba masas irregulares en la mucosa de la vejiga en la zona del trígono y engrosamiento de la uretra proximal4.
La mayor limitación de nuestro caso es la ausencia de histopatología debido a que el propietario rechazó realizar esta prueba, sin embargo los cambios multifocales de la ecografía abdominal y la infiltración linfomatosa detectada en la citología son compatibles con la presencia de un linfoma aunque desgraciadamente es imposible conocer el inmunofenotipo del mismo.
Este es el primer caso descrito de linfoma multifocal en un gato con afectación de la uretra y ruptura secundaria de la vejiga.
BIBLIOGRAFÍA
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