Título:
HALLAZGOS DE RADIOGRAFÍA Y TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA EN UN CASO DE OSTEOMIELITIS DIFUSA ASOCIADA A LEISHMANIA INFANTUM EN UN PERRO.
Tipo:
Casos clínicos
Formato:
Oral
Área temática:
Diagnóstico por Imagen
Instituciones:
(1) Hospital Veterinario de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir
Autores:
Marc Orts Porcar (1)
Rebeca Movilla Fernández (1)
Alejandra García De Carellán Mateo (1)
Claudio Iván Serra Agudo (1)
Patricia Laborda Vidal (1)
Fecha:
Sábado, 21 2018
Hora:
19:54 - 20:06
Sala:
ZARAGOZA II
Download paper  
Ponencia:
INTRODUCCIÓN
La leishmaniosis canina es una enfermedad sistémica causada por protozoos del género Leishmania spp. La enfermedad es endémica en el área mediterránea, donde la prevalencia oscila entre 0,7 y 7,8%1.
Su presentación clínica cursa con signos generales, cutáneos, oculares y, menos frecuentemente, locomotores, como cojera, asociada a poliartritis, osteomielitis o polimiositis2.
En España, Agut et al. (2003) describieron afección locomotora en el 45% (26/58) de los perros estudiados, de los cuales el 20% (12/58) mostraban lesiones óseas confirmadas mediante radiografía, siendo la mayoría focales y poliostóticas3.
El objetivo de este caso es describir las imágenes radiográficas y tomográficas en un perro con osteomielitis difusa asociada a L.infantum.


DESCRIPCIÓN DEL CASOS/S CLÍNICO/S
Se refirió un perro, Jack Russel Terrier, de cuatro años de edad, macho no castrado, por un cuadro crónico progresivo de cojera, de un mes de evolución. Tres días antes de la visita, el perro fue diagnosticado de leishmaniosis en su centro veterinario, y se inició la administración de antimoniato de meglumine (50mg/kg/SC/12h) y alopurinol (10mg/kg/PO/12h). En el examen ortopédico, se detectó cojera sin apoyo en la extremidad posterior izquierda (EPI) y cojera grave en la extremidad posterior derecha (EPD), rigidez, atrofia muscular y dolor articular generalizado en ambas extremidades posteriores (EEPP).
En el protocolo diagnóstico, se incluyó: analítica sanguínea completa (hematología, perfil bioquímico y proteinograma), urianálisis, serología mediante inmunofluorescencia indirecta (IFI), para la detección de anticuerpos frente a L.infantum, SNAP-test4DX (IDEXX®) y estudio radiográfico de las EEPP. Posteriormente se realizó, bajo anestesia general, tomografía computarizada (TC) de cuerpo entero, punción con aguja fina (PAF) de ambos nódulos linfáticos poplíteos y médula ósea (MO), artrocentesis de ambas rodillas y biopsia ósea bilateral de tibia.
En el estudio radiográfico de las EEPP, se observó un patrón lítico, permeable, con pequeños focos apolillados, distribuido de forma difusa, bilateral y simétrica, en fémures, tibias, peronés y tarsos, más marcado en la EPI. Había disminución generalizada del grosor de la cortical. La zona endóstica tenía una superficie irregular. Las superficies articulares de caderas, rodillas y tarsos estaban erosionadas, especialmente los cóndilos femorales. En las articulaciones tarsocrurales, había reducción del espacio articular y esclerosis subcondral. En ambas rodillas, había ligera neoformación ósea periarticular y moderada efusión articular.
En las imágenes de TC, predominaba una marcada reacción endóstica generalizada en los huesos de las EEPP. En las extremidades anteriores, se detectó efusión articular y osteofitosis en ambos codos, superficies articulares erosionadas en los carpos y atrofia muscular derecha.
El diagnóstico diferencial más probable para las lesiones agresivas poliostóticas fue osteomielitis hematógena de origen protozoario (L.infantum); con menor probabilidad, se consideró neoplasia diseminada (mieloma múltiple). Para las lesiones articulares, el diagnóstico diferencial más probable fue poliartritis de origen infeccioso (leishmaniosis probablemente, aunque otras enfermedades de transmisión vectorial no se podían descartar), reactiva o inmunomediada primaria.
En las analíticas, se detectó anemia moderada [Hto: 25%(36-55)], macrocítica y normocrómica, levemente regenerativa, hiperproteinemia [10,7g/dL(5-7,2)], con hipergammaglobulinemia grave [4,9g/dL(0,5-1,2)] y elevado título de anticuerpos frente a L.infantum (< 1/400). El resultado del SNAP-test4DX (IDEXX®) fue negativo.
En la citología de MO, se observaron amastigotes de Leishmania spp., libres y fagocitados por macrófagos. Las citologías de los nódulos linfáticos fueron normales.
El líquido sinovial presentaba viscosidad disminuida, proteínas totales elevadas (3,5g/dL) y presencia abundante de neutrófilos no degenerados. No se observaron amastigotes.
El estudio histológico del hueso fue compatible con osteomielitis piogranulomatosa bilateral, sin presencia de amastigotes.
El diagnóstico definitivo fue osteomielitis y poliartritis asociadas a leishmaniosis.
Tras el protocolo diagnóstico, se añadió, al tratamiento instaurado, metilprednisolona (1mg/kg/IV/24h, 5días, con reducción progresiva de la dosis, vía oral, hasta su retirada), que resultó en rápida disminución de la cojera. En el seguimiento realizado, durante los dos meses siguientes, se observó mejoría clínica y analítica; no obstante, persistieron de las alteraciones radiográficas.


DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
En la bibliografía, hay escasas publicaciones sobre osteomielitis secundaria a Leishmania spp., tratándose de una enfermedad aparentemente poco frecuente3,4. Los hallazgos radiológicos óseos descritos más comúnmente incluyen reacción perióstica y proliferación intramedular en la diáfisis, particularmente alrededor del foramen nutricio, y lesiones focales líticas3,5. En nuestro caso, radiográficamente se observó un patrón de lisis grave y generalizado en los huesos de las EEPP, más que lesiones focales. Por su aspecto jaspeado, la lisis fue descrita como permeable. Había además reacción endóstica, sin evidencia de reacción perióstica. El estudio de TC se realizó para buscar lesiones en el resto de esqueleto y descartar lesiones en tórax y abdomen. En las imágenes de TC, se observó que el aspecto óseo jaspeado se debía principalmente a una reacción endóstica grave, con lisis de la parte interna de la cortical. A pesar de que las radiografías permitieron establecer un diagnóstico diferencial apropiado, la TC ayudó a explicar los cambios radiográficos. Sólo hay un estudio previo que compara hallazgos radiográficos y tomográficos en un perro con leishmaniosis4; sin embargo, al tratarse de un perro con lesiones focales articulares, no se observaron los hallazgos correspondientes a las lesiones difusas descritas en nuestro caso.
El hecho de que no se detectaran amastigotes de Leishmania spp. en algunas muestras, pudo deberse a que el animal estaba en tratamiento y a que no se realizaron pruebas como detección molecular o inmunohistoquímica en las muestras obtenidas.
En conclusión, la osteomielitis secundaria a Leishmania spp. debe ser considerada en el diagnóstico diferencial de lesiones agresivas poliostóticas difusas, especialmente en áreas endémicas. En este caso, la TC permitió caracterizar mejor las lesiones observadas previamente por radiografía.


BIBLIOGRAFÍA

[1] Mattin MJ, Solano-Gallego L, Dhollander S, Afonso A, Brodbelt DC: The frequency and distribution of canine leishmaniosis diagnosed by veterinary practitioners in Europe. The Veterinary Journal 2016;200:410–419.
[2] Solano-Gallego L, Miró G, Koutinas A, et al.: LeishVet guidelines for the practical management of canine leishmaniosis. Parasites & Vectors 2011;4:86.
[3] Agut A, Corzo N, Murciano J, Laredo FG, Soler M: Clinical and radiographic study of bone and joint lesions in 26 dogs with leishmaniasis. Veterinary Record 2003;153:648-652.
[4] Wallborn F, Söffler C, Winkels P, Hess M, Engelhardt P: Leishmania infantum induced bone lesions in a dog. Tierarztl Prax 2016;44(K):278-282.
[5] Turrel JM and Pool RR: Bone lesions in four dogs with visceral leishmaniasis. American Veterinary Radiology Journal 1982;23:243-249.