Los meningiomas son los tumores intracraneales más frecuentes del sistema nervioso central en el perro, representando aproximadamente un 40% de los tumores primarios1. Los meningiomas en medicina humana se clasifican siguiendo el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) los cuales se dividen en: Grado I o benignos (incluye los subtipos meningoteliales, fibroblásticos, transicionales, microquísticos, psamomatoso y angiomatoso), grado II atípicos y coroidales y grado III anaplásicos-malignos2. Los meningiomas en animales domésticos comparten muchas similitudes con los descritos en humanos tanto en apariencia, características histológicas como en expresión de factores de crecimiento y receptores y es por esto que dicha clasificación se aplica de manera similar en veterinaria1.
Existen diferentes opciones terapéuticas para los casos de tumores intracraneales caninos como son el tratamiento paliativo (basado en corticoide y fármaco antiepiléptico), la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia o combinaciones de éstas3. Los tiempos medios de supervivencia (TMS) difieren según el tratamiento elegido el cual dependerá en gran medida de las necesidades de cada paciente y de las posibilidades técnicas de las que se disponga.
Se describe el caso de un Bedlington Terrier de 12 años con diagnóstico histopatológico de meningioma microquístico grado I con un TMS únicamente con cirugía que supera la media descrita hasta el momento. Tras 510 días desde la cirugía hasta el presente momento, el paciente continúa sin signos radiológicos de recidiva de la lesión.
Se visitó un Bedlington Terrier macho castrado de 12 años de edad con un cuadro de hemiparesia izquierda y crisis convulsivas de reciente aparición. El examen neurológico fue compatible con localización en hemisferio cerebral derecho considerándose más probable origen neoplásico, encefalopatía vascular o proceso inflamatorio-infeccioso principalmente. Se realizó un estudio de tomografía computerizada (TC) con diagnóstico de masa extra-axial parietal derecha de aproximadamente 1.9cm de longitud x 1.3cm de anchura x 1.1cm de altura, con distorsión del ventrículo lateral ipsilateral, desplazamiento de línea media y captación marcada y homogénea de contraste. Se realizó craneotomía por región parietal derecha y exéresis de la masa. La biopsia confirmó que se trataba de un meningioma microquístico grado I. Tras la cirugía el paciente evolucionó favorablemente y se dio el alta hospitalaria a los 5 días sin mostrar más alteraciones que la hemiparesia izquierda de la presentación. El propietario decidió no administrar ninguna medicación a pesar de la recomendación de anticonvulsivante. Tras 5 meses de la cirugía sin ningún signo clínico el paciente presentó crisis convulsivas sin otros signos asociados momento que se inicia tratamiento con imipetoína (10mg/Kg BID). Se realizaron tres resonancias magnéticas de control a los 3, 7 y 14 meses postquirúrgicos sin observarse signos radiológicos de recidiva del tumor.
El TMS de los perros con meningiomas rostrotentoriales que reciben solo tratamiento paliativo varía de 54 a 195 días. Según un estudio publicado recientemente, los TMS de los que se someten únicamente a cirugía es de 422 días, siendo más alto que lo que se había publicado hasta el momento (180-210 días) con casos que excepcionalmente superan los 2700 días. Estos tiempos son significativamente mayores en aquellos en los que se usa endoscopía o aspiradores ultrasónicos intraquirúrgicos, los cuales facilitan la excisión quirúrgica y mejoran la visualización del tumor con TMS de 1200 a 2100 días4. La radioterapia junto a la cirugía también ha demostrado que aumenta el TMS en relación a la cirugía únicamente con datos de 240 a 577 días4.
El caso presentado supera el TMS descrito con tratamiento quirúrgico; aunque se trata de un meningioma de tipo I, lo cuál influye positivamente en TMS, el hecho que la TC inicial revelara signos que están asociados a disminución del TMS tales como desviación de línea media y distorsión del ventrículo lateral4, en este caso no influyeron negativamente en el pronóstico.
Este caso corrobora el hecho que la cirugía es una técnica a considerar como opción terapéutica, con un TMS considerablemente mayor a los anteriormente descritos.
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Anna Suñol, Joan Mascort, Cristina Font, Alicia Rami Bastante, Martí Pumarola and Alejandro Lujan Feliu-Pascual: Long-term follow-up of surgical resection alone for primary intracranial rostrotentorial tumors in dogs: 29 cases (2002-2013). Open Veterinary Journal, (2017), Vol. 7(4): 375-383