Título:
CARCINOMA DE CÉLULAS ESCAMOSAS EN EL ESÓFAGO.
Tipo:
Casos clínicos
Formato:
Oral
Área temática:
Medicina Felina (GEMFE)
Instituciones:
(1) Centro Veterinario Sur
Autores:
Elena Alvarez Quesada (1)
Margarita Velasco Alcalá (1)
Fecha:
Viernes, 20 2018
Hora:
19:00 - 19:30
Sala:
LEON
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Ponencia:
INTRODUCCIÓN

  Las neoplasias esofágicas son infrecuentes en gatos. Dentro de ellas el carcinoma de células escamosas es la entidad más frecuente1. Afecta principalmente a animales geriátricos y puede metastatizar al árbol traqueobronquial, linfonodos mediastínicos, pulmones y bazo. El síntoma principal es la regurgitación. En este caso nos encontramos una masa esofágica que provocó un rápido deterioro desde la aparición de los primeros síntomas. 



DESCRIPCIÓN DEL CASOS/S CLÍNICO/S

Acude a la consulta una gata común, de vida interior y que no convive con más animales. Tiene 15 años. 

El motivo de consulta es un cuadro de vómitos agudos de unos días de duración sin pérdida de apetito ni otros síntomas aparentes. La exploración física es normal, se procede a sedar a la paciente para realizar más pruebas para buscar la causa de los vómitos y realizar un chequeo general.

La analítica sanguínea completa muestra una leve anemia no regenerativa y un aumento de la creatinina a 3,0 mg/dl. La paciente tenía controles previos con una enfermedad renal en estadio IRIS II, normotensa y no proteinúrica. El resto de los parámetros incluyendo la T4 total se encuentran dentro de la normalidad.

Aunque hay una progresión de los valores la creatinina la enfermedad renal (previamente se encontraba en 2,5 mg/dl)  no justifica el cuadro de vómitos agudos sin pérdida de apetito ni pérdida de peso.

En ecografía abdominal la única alteración visible ecográficamente es un aumento del grosor de la corteza renal bilateral con aumento de la relación corticomedular. No se observa ninguna alteración en el aparato digestivo ecográficamente.

Al no encontrar más alteraciones se pauta un tratamiento con maropitant a 2 mg/kg cada 24 horas vía oral y reevaluar en función de la evolución. A la semana el propietario refiere que los vómitos cesaron los primeros días del tratamiento pero luego la gata sufrió una recaída, vomitando sólo el pienso seco pero no la comida húmeda.

En una nueva anamnesis completa se concluye que el síntoma principal no es el vómito sino regurgitación. La paciente ingiere la comida y al cabo de muy poco tiempo la expulsa sin nauseas previas ni salivación, sin digerir y acompañada de una mucosidad blanquecina.

Se decide entonces valorar el esófago. En radiografía simple  se observa un aumento de densidad en la zona esofágica compatible con la presencia de tejido blando o restos de alimento retenidos.

El siguiente paso es una endoscopia para confirmar si existe una masa esofágica y valorar otras alteraciones. En la prueba encontramos una esofagitis severa y una masa blanquecina en la porción distal del esófago ocupando prácticamente toda la luz esofágica e impidiendo casi por completo el paso hacia el estómago. Se toman biopsias cuyo resultado es carcinoma de células escamosas.

Debido al rápido deterioro de la paciente y la imposibilidad de una resolución quirúrgica con garantías los propietarios deciden la eutanasia a la semana del diagnóstico.



DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Los tumores esofágicos son una causa de regurgitación muy infrecuente en gatos2, siendo dentro de ellos el carcinoma de células escamosas el más frecuente, especialmente en gatos mayores de 10 años.

Los síntomas principales que provoca son pérdida de peso, salivación y regurgitación del alimento, tanto sólido como líquido.  De forma secundaria pueden encontrarse neumonías por aspiración y hematemesis si provoca ulceración de la mucosa.

Son  tumores muy invasivos localmente, pudiendo llegar a invadir la tráquea. Las metástasis a distancia son menos frecuentes.

La evolución de este caso resalta la importancia de la anamnesis dentro de la evaluación del paciente, puesto que primero se buscaron causas de vómitos, cuando realmente el problema era de regurgitación, por lo que las pruebas diagnósticas se reorientaron a buscar problemas esofágicos. Los propietarios difícilmente diferencian el vómito de la regurgitación por lo que es importante prestar mucha atención a la descripción de los episodios.

En una radiografía simple podemos encontrar retención de gas o alimento en la zona proximal al tumor y en radiografía con contraste se evidenciará el estrechamiento de la luz esofágica, en el caso que nos ocupa la radiografía simple mostró indicios suficientes para realizar una endoscopia esofágica, en la cual se obtienen las biopsias necesarias para llegar al diagnóstico definitivo.

Desgraciadamente el comportamiento invasivo del tumor hace muy difícil un tratamiento quirúrgico exitoso. En los pocos casos documentados en la bibliografía existente el pronóstico fue siempre fatal en periodos cortos de tiempo1.  En uno de ellos se intentó la dilatación con balón esofágico sin éxito y se colocó una sonda gástrica para alimentar al paciente con un tiempo de supervivencia de 16 semanas3. Los signos clínicos en este caso habían tenido una progresión más lenta, de 3 meses de duración en el momento de la consulta inicial.

Cuando localizamos el tumor generalmente el gato presenta ya síntomas de estrechamiento esofágico lo que empeora mucho el pronóstico. La opción de la sonda gástrica en el caso presentado no estaría indicada por la rápida progresión de los síntomas, no aportaría calidad de vida y no cambiaría el pronóstico por lo que no se tuvo en consideración.

Aunque se realizó la endoscopia pocos días después de la primera visita la neoplasia ocluía prácticamente por completo la luz esofágica, además de haberse complicado con una esofagitis severa. La eutanasia se llevó  cabo en 18 días desde el momento de la consulta, 1 semana después de la endoscopia. 

BIBLIOGRAFÍA
  1. M. Gualtieri, M. G. Monzeglio, M. Di Giancamillo : Oesophageal squamous cell carcinoma in two cat. Journal of Small Anim Pract. 1999 Feb; 40(2):79-83.
  2. Rance K. Sellon, Michael D. Willard:  Esophagitis and esophageal strictures. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice 33 (2003) 945–967
  3. Berube DScott-Moncrieff JCRohleder JVemireddi V. : Primary esophageal squamous cell carcinoma in a cat. Journal of American Animal Hospital Association. 2009 Nov-Dec; 45(6):291-5.