TOXOPLASMOSIS COMO CAUSA DE SUBFERTILIDAD EN UN CRIADERO CANINO

Tipo:
Casos clínicos
Presentación:
ORAL
Área temática:
REPRODUCCIÓN Y PEDIATRÍA DE ANIMALES DE COMPAÑÍA (GERPAC)
Instituciones:
(1) LA ARENA CLINICA VETERINARIA Y CENTRO REPRODUCTIVO
Autores:
Ana Paola Diaz Esteban (1)
Ana Isabel Fernandez Avello (1)
Introducción:

Los problemas de infertilidad en la perra son frecuentes y el listado de problemas a testar incluye los anatómicos, fisiológicos, de comportamiento y de manejo1. Las enfermedades infecciosas que pueden ocasionar infertilidad por resorción o aborto incluyen las bacterianas (Brucella, Salmonella, Streptoccus, Campylobacter y E.coli principalmente) y parasitarias (Toxoplasma gondii, Neospora caninum y Cryptosporidium canis)2, así como enfermedades víricas (Herpesvirus, virus del moquillo canino y Parvovirus). Otras como Mycoplasma y Ureaplasma, aunque se aíslan habitualmente en tracto reproductor, también se asocian a síndromes de subfertilidad1. A continuación, se describe un caso de subfertilidad en un criadero canino diagnosticado gracias a la patología reproductiva de una de las hembras.

Descripción del caso/s clínico/s:

Se presenta en nuestro centro veterinario una hembra de 3,5 años de edad y raza Dóberman con la que no han logrado gestación ("Hembra 1"). La perra presenta celos regulares y ha sido cubierta entre los días 10 y 13 tras el inicio del celo en dos ocasiones con machos diferentes. Vive en un criadero familiar con otras 7 hembras de las misma raza, algunas  de ellas importadas en edad joven desde diferentes países europeos. Participan habitualmente en exposiciones caninas.

Las perras se alojan en caniles y comparten la zona de esparcimiento con varios caballos y gatos. Hay presencia de roedores en la zona. Los protocolos de desinfección y de desparasitación son adecuados. El agua de bebida procede de un pozo que pasa controles anuales y que también consumen los propietarios. La alimentación es de tipo comercial suplementada con preparado de carne de cerdo y oveja sin cocinar procedente de despieces que generalmente congelan para su conservación.

La propietaria no asocia la infertilidad de la "Hembra 1” con un problema global del criadero, pero mediante la anamnesis dirigida se conoce que en el último año han tenido en las dos últimas camadas presencia de cachorros con malformaciones como anasarca y defectos de cierre de la pared abdominal, así como, mortinatos en las 48-72 horas de vida y bajo numero de cachorros por camada.

La “Hembra 1” presenta buena condición corporal, sin signos de enfermedad detectable en la exploración. En el momento de la visita se encuentra en el día 9 del celo. Muestra secreción vulvar sanguinolenta y signo de Amantea. El diagnóstico diferencial de su infertilidad incluye1: incorrecto momento de la cubrición, fallo ovulatorio, fallo en la implantación por alteraciones endometriales y reabsorción embrionaria  (insuficiencia luteal, enfermedades infecciosas, etc.)

El frotis vaginal muestra un 85% de células cornificadas compatible con estro. La progesteronemia (MiniVidas ®) es de 23 ng/ml compatible con 24 horas post-ovulación. Se recomienda cruzar ese mismo día y repetir 48 horas después. Se realiza una ecografía 18 días después comprobando la presencia de al menos 7 vesículas embrionarias A la semana siguiente se visualizan 3 fetos viables y 4 resorciones. En este momento la progesteronemia descarta el hipoluteoidismo (38 ng/ml MiniVidas®). Se prescribe cobertura antibiótica con amoxicilina y ácido clavulánico y se pauta control semanal de la gestación. Se llega a término con un cachorro vivo, uno muerto, uno momificado que han de ser extraídos por cesárea tras presentar distocia por inercia uterina primaria.

Se realiza estudio microbiológico de tejidos del cachorro muerto en útero obteniendo un resultado negativo tanto para el cultivo microbiano como para la prueba PCR de Brucella, Herpesvirus canino tipo I, Mycoplasma y Chlamydia. El cachorro nacido vivo fallece dos días después con temblores de cabeza y derrame pleural, cuyo cultivo microbiologico muestra crecimiento de Escherichia coli, Staphylococcus pseudintermedius y Enterococcus spp. Se descarta por cuestiones económicas en ese momento la realización de PCR para Toxoplasma gondii y Neospora caninum en tejidos del cachorro, pero en estudio serológico de la madre se detectan IgG elevadas frente a Toxoplasma como muestra la tabla 1.

Al tiempo, se realiza la ecografía de una hembra gestante de dos años primeriza que vive en el mismo criadero (“Hembra 2”) que a los 45 días tras la monta, está perdiendo volumen abdominal. Se constata la presencia de gestación con un 100% de mortalidad fetal y diferentes edades en el momento de la muerte.

Tras recibir los resultados serológicos de la “Hembra 1”, se realiza serología de Toxoplasma en la “Hembra 2”, obteniendo un valor de IgG e IgM positivos (1/200 y 1/200 respectivamente). Tras el diagnóstico de Toxoplasmosis en el criadero, se pauta a todas las hembras, un tratamiento con clindamicina a dosis de 10 mg/kg oral cada 12 horas durante 4 semanas2. Además, se recomiendan medidas de control sanitario como la colocación de areneros para los gatos en zonas donde los perros no puedan acceder y eliminar la carne cruda de la dieta. En el siguiente celo, se obtiene gestación llevada a término con el resultado de 11 cachorros de la “Hembra 1” y 8 cachorros de la “Hembra 2”.

Discusión y conclusiones:

La toxoplasmosis se considera una causa poco frecuente de aborto canino1. Las principales vías de infección comprenden la ingesta de ooquistes en heces de gato o en carnes poco cocinadas de animales infectados y la transmisión transplacentaria 2, 3 y 4. En primoinfección provoca placentitis con vasculitis y necrosis de la placenta, infección congénita con afectación multiorgánica fetal, abortos espontáneos y reabsorciones fetales 1, 4. También la vía venérea esta demostrada, tras el aislamiento de ADN en semen canino y la seroconversión de las perras inseminadas con él a los 7 días con presencia de reabsorciones embrionarias en algunas de ellas 3 y 4.

Para el diagnóstico de toxoplasmosis canina se requiere el incremento del título de anticuerpos en dos muestras obtenidas con 3 semanas de diferencia1. En este caso no ha sido posible la evaluación del incremento del título de anticuerpos en la hembra o la constatación de ADN en los mortinatos, por lo que se trata de un diagnóstico presuntivo confirmado por la respuesta positiva al tratamiento. La reinfección en el criadero es posible por lo que se insiste en la prevención 1 (impidiendo la exposición a las deposiciones felinas y a la carne cruda), y la vigilancia de las reproductoras. Es necesario destacar que se trata de una zoonosis.

Bibliografía:
1.- Feldman EC y Nelson RW.  Infertilidad, trastornos reproductivos asociados y alteraciones del desarrollo sexual. En Endocrinología y Reproducción canina y felina. 3ª ed. Buenos Aires: Inter-Médica 2007 (p. 973-974, 903-905)
2.- Couto G., Nelson RW., Hawkins E. et al. Medicina Interna de Pequeños Animales. 6º ed. Elsevier 2020 (965-966, 1525)
3.- Taques IIGG, Barbosa TR, Martini AC, et al. Molecular assessment of the transplacental transmission of Toxoplasma gondii, Neospora caninum, Brucella canis and Ehrlichia canis in dogs. Comp Immunol Microbiol Infect Dis. (2016) 49:47–50. doi: 10.1016/j.cimid.2016.09.002
4.- Calero-Bernal R., Gennari S. Clinical Toxoplasmosis in Dogs and Cats: An Update. Front. Vet. Sci., 26 February 2019.