INFECCIÓN POR DIROFILARIA IMMITIS EN UN PERRO CON MIGRACIÓN ABERRANTE DE ADULTOS A LA VASCULARIZACIÓN ABDOMINAL. A PROPÓSITO DE UN CASO CLÍNICO Y SU DIAGNÓSTICO POR ECOGRAFÍA ABDOMINAL.

Tipo:
Casos clínicos
Presentación:
ORAL
Área temática:
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN (GEDI)
Instituciones:
(1) Hospital Clínico Veterinario Complutense de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid
(2) VetOracle Teleradiology
(3) Veterios
Autores:
Laura López Cubillo (1)
Guadalupe Miró Corrales (1)
María Ángeles Daza González (1)
Rosa Ana García Fernández (1)
Raquel Salgüero Fernández (1,2,3)
Introducción:
  1. La dirofilariosis canina o “enfermedad del verme del corazón” es una enfermedad endémica en España, siendo el sur de la península y las Islas Canarias donde existe una mayor prevalencia (1,2). Es una enfermedad parasitaria originada por el nematodo Dirofilaria immitis (Di) y transmitido por la picadura de mosquitos pertenecientes a los géneros Anopheles, Culex o Aedes. El hospedador definitivo es el perro. Presenta diferentes estadios evolutivos, siendo la larva L3 la que es inoculada al hospedador definitivo mediante la picadura del mosquito, y la que mudará a L4 para migrar después por el torrente circulatorio hasta alcanzar el estadio adulto en las arterias pulmonares y tronco pulmonar. Además, en pacientes con una elevada carga parasitaria, éstos pueden alcanzar el ventrículo derecho. El diagnóstico incluye la detección de antígeno de adultos en sangre circulante, la cuantificación de las microfilarias, la radiografía torácica y la ecocardiografía (3). A continuación, se describe un caso atípico de migración aberrante de Di a los vasos abdominales con ausencia de vermes en arterias pulmonares y su diagnóstico mediante ecografía abdominal.
Descripción del caso/s clínico/s:
  1. Caso clínico:
    1. Presentación: Husky siberiano, macho castrado de 2 años. Remitido al Hospital Clínico Veterinario con un diagnóstico inmunológico previo de Di, y un cuadro de paraparesia, vómitos, anorexia, hematuria y pérdida de peso de cinco semanas de duración. El perro nació en Huelva, pero vivía en Madrid desde hacía un año. A la exploración física se observó mucosas pálidas, caquexia, ausencia de pulso femoral bilateral, porción distal de extremidades posteriores frías y dolor inespecífico.
    2. Pruebas complementarias:
      1. El hemograma reveló leucocitosis moderada y el perfil bioquímico elevación de proteínas totales.
      2. Las pruebas de coagulación mostraron únicamente incremento del dímero D.
      3. Las radiografías torácicas mostraron un ligero aumento del tamaño del tronco pulmonar y arterias pulmonares, así como un leve patrón bronquial.
    3. Ecocardiografía: sin hallazgos.
    4. Ecografía abdominal: Presencia de trombo de gran tamaño heterogéneo, principalmente hiperecoico, en la aorta abdominal con extensión bilateral hacia las iliacas y ocluyendo prácticamente la luz, con discreta vascularización en la periferia (Figura 1). Identificación de estructuras lineales hiperecoicas (vermes) cranealmente al trombo, que se extendían hacia las arterias renales, y vascularización esplénica extraparenquimatosa (Figura 2). Los riñones mostraban infartos corticales, el bazo una ecogenicidad heterogénea y existía un íleo funcional intestinal. Además, se apreció una leve linfadenopatía mesentérica e iliaca junto con inflamación peritoneal y escasa cantidad de líquido libre. El diagnóstico ecográfico fue trombosis arterial causada por vermes de Di afectando a arterias abdominales.
    5. Tratamiento: Se hospitalizó al paciente y se instauró un tratamiento con fluidoterapia, antibioterapia (doxiciclina 5 mg/kg/12h), analgesia (buprenorfina 0,015 mg/kg/6h /metadona 0,3 mg/kg/4h, en función del grado de dolor), anticoagulantes (enoxaparina 0,8 mg/kg/8h), antiagregantes plaquetarios (clopidogrel, dosis inicial de 10 mg/kg seguidos de 2 mg/kg/24h), metilprednisolona 0,5 mg/kg/12h, famotidina 0,5 mg/kg/24h y metoclopramida 0,3 mg/kg/8h. Al séptimo día, el estudio ecográfico identificó una progresión con aumento de la trombosis aórtica y aparición de infartos agudos en bazo. El resto del examen se mantuvo sin cambios. Ante la ausencia de respuesta al tratamiento, y la evolución desfavorable, se recomendó la eutanasia humanitaria.
    6. Estudio histopatológico: reveló diferentes grados de trombosis (algunos de los trombos constituidos por vermes de Di) y vasculitis en vasos pulmonares, mesentéricos, hepáticos, pancreáticos, esplénicos, ramas de la arteria renal y pequeños vasos del encéfalo, siendo más graves en la aorta abdominal y en las iliacas. Además, se observaron necrosis isquémicas en bazo, hígado, riñones, páncreas, intestino y grasa peritoneal; siendo relevante la visualización de microfilarias libres en peritoneo. Sin embargo, no se observaron alteraciones cardiopulmonares.
Discusión y conclusiones:
  1. Discusión: Existe una alta prevalencia de dirofilariosis canina en diferentes regiones de España, siendo Andalucía occidental, el lugar de procedencia de nuestro paciente, una de las más significativas. A pesar de la localización cardiopulmonar habitual de Di, se han descrito algunos casos de migración errática, como en nuestro caso, a otras regiones, incluyendo la cámara anterior del globo ocular (4), sistema nervioso central (5), articulaciones (6) y peritoneo. En dos ocasiones se visualizaron vermes libres en el abdomen o asociadas a lesiones fibrinosas peritoneales como hallazgo incidental durante la realización de una ovariohisterectomía rutinaria (5). Hasta la fecha, se han reportado escasos pacientes con Di en la vascularización abdominal, aorta y arterias femorales, cursando todos ellos con cojera de alguno de los miembros posteriores (7,8). Recientemente se ha descrito el primer caso con invasión de la aorta que cursó con una gastroenteritis hemorrágica. La migración aberrante a la aorta abdominal ha sido explicada en dos casos en los que existía la presencia de un shunt cardiaco de derecha-izquierda (7). En nuestro caso, el paciente no mostraba patología cardiaca ni pulmonar, siendo el origen de la presencia de adultos de Di en esta localización aún desconocida. En todos los casos descritos, la ecografía resultó ser esencial en la visualización e identificación de los vermes en la vascularización abdominal, además de permitir la detección de alteraciones concomitantes y secundarias, principalmente procesos isquémicos e inflamatorios. Además, debido a la ausencia de complicaciones de esta técnica, junto con su reducido coste económico y alta disponibilidad, convierten a la ecografía en una prueba necesaria para la monitorización de estos pacientes. El seguimiento ecográfico en este caso permitió identificar la progresión negativa.
  2. Conclusiones: Según el conocimiento de los autores, este es el primer caso descrito en el que se han detectado vermes de Di en la vascularización abdominal en ausencia de alteraciones cardiacas y pulmonares, siendo esencial la ecografía abdominal para el diagnóstico. Por este motivo, los autores recomiendan la realización de ecografía abdominal en todos los pacientes diagnosticados con infección por Di para detectar posibles casos de migraciones erráticas que podrían resultar infradiagnosticados. Asimismo, cabe destacar que el diagnóstico inicial tardó en hacerse casi 12 meses, lo que pudo agravar el proceso. Cabe resaltar la importancia de un diagnóstico precoz valorando los antecedentes epidemiológicos para evitar casos graves como el que nos ocupa.
Bibliografía:
  1. Miró G, Checa R, Gálvez R, Sarquis J, Montoya A. An extensive study of seroprevalence of Leishmania infantum, Erlichia canis and Dirofilaria immitis infection in 11,856 dogs from Spain. Parasites & Vectors. 2022 (en prensa).
  2. Carretón E, Morchón R, Montoya AJA. Dirofilariosis cardiopulmonar canina. 2017;1-10.
  3. Nelson T, W. McCall J, Jones S MA. Current Canine Guidelines for the Prevention, Diagnosis and Management of Heartworm (Dirofilaria immitis) Infection in Dogs. Am J Vet Res. 2018.
  4. Dantas-Torres F, Lia RP, Barbuto M, et al. Ocular dirofilariosis by Dirofilaria immitis in a dog: First case reporte from Europe, J. Small Anim Pract. 2009;50(12):667-9.
  5. Beasley MJ, Hiebert EC, Alcott C, Jeffery N, Lafoon-Jones B, Gambino JM. Verminous myelopathy secondary to aberrant Dirofilaria immitis migrans was detected in the cervical subarachnoid space of four dogs using MRI and CT. Vet Radiol Ultrasound. 2021;62(3):299-308.
  6. Hodges S, Rishniw M. Intraarticular Dirofilaria immitis microfilariae in two dogs. Vet Parasitol. 2008;152(1-2):167-70.
  7. Frank JR, Nutter FB, Kyles AE, Atkins CE, Sellon RK. Systemic arterial dirofilariasis in five dogs. J Vet Intern Med. 1997;11(3):189-94.
  8. Upchurch DA, Ogden DM, Baker DG. Bilateral femoral arterial dirofilariasis caused by Dirofilaria immitis in a dog. Vet Rec Case Reports. 2015;3(1):1-5.