Hallazgos por Resonancia magnética de la cisterna del quilo en gatos

Tipo:
Comunicaciones Libres
Presentación:
ORAL
Área temática:
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN (GEDI)
Instituciones:
(1) HOSPITAL VETERINARIO DE REFERENCIA UCV
(2) ANICURA ARS VETERINARIA
Autores:
Noemi Gómez Martín (1)
Elisabet Dominguez Miño (2)
Objetivos del trabajo:

En textos anatómicos se ha descrito que la cisterna del quilo (CQ) felina se sitúa en el espacio retroperitoneal, dorsal a la aorta abdominal a nivel de L2 a L4 y de las venas renales. La CQ drena los troncos linfáticos intestinales y lumbares de las vísceras abdominales y de los miembros pélvicos, respectivamente, y el conducto torácico es su extensión craneal.El quilotórax en gatos ocurre secundariamente a traumatismos, neoplasias, enfermedades cardíacas y torsión del lóbulo pulmonar, entre otras causas. Cuando no se puede encontrar una causa subyacente, la enfermedad se considera idiopática1.

La apariencia de la CQ en resonancia magnética (RM) se ha descrito previamente en perros2, pero no en gatos.

La ecografía, la linfangiografía y la linfangiografía por TC se han descrito en ambas especies para evaluar los vasos linfáticos en casos de quilotórax idiopático3,4,5. Según el conocimiento de los autores, no hay estudios publicados que describan la apariencia normal de la CQ por RM en gatos.

El objetivo de este estudio fue describir los hallazgos por RM de la CQ en un grupo de gatos sin patología del sistema linfático
Material y métodos:

Se trata de un estudio retrospectivo cuyos criterios de inclusión son gatos con una RM de columna vertebral, que incluyan en al menos dos planos la porción lumbar completa. Todos los estudios de RM incluidos se realizaron con un escáner Canon Vantage Elan de 1.5T. Los registros incluían imágenes en el plano sagital ponderadas en T2 (T2w) y dorsal en T2w o STIR en todos los animales; así como imágenes potenciadas en T1 (T1w) (antes y 5-10 minutos después de la administración intravenosa -IV- de 0,2 mg/kg de gadolinio) en planos transversales y sagitales y en T2w en planos transversales en alguno de los individuos.

Los criterios de exclusión incluyeron un diagnóstico de patología del sistema linfático o enfermedades asociadas al desarrollo de quilotórax o quiloabdomen. Se registraron retrospectivamente las características de la supuesta CQ y se consideró presente cuando se identificó un aumento focal de la señal en la secuencia T2w en el espacio retroperitoneal.

Se registraron las siguientes características: ubicación (en relación con las vértebras lumbares, tronco celiaco y aorta), la forma en las imágenes transversales y la intensidad de la señal en todas las secuencias disponibles. La forma se describió como elipse, ovalada o triangular; definiendo cómo elipse cuando la estructura presentaba un recubrimiento de la aorta entre 90º y 180º; y cómo ovalada o triangular cuando cubría 90º o menos. 

El diámetro de la CQ se midió en la imagen donde se apreciaba el máximo ancho.

 

Resultados:

Sesenta y tres estudios de RM cumplieron los criterios de inclusión. La raza más común fue europeo de pelo corto (41/63). La media de edad fue 6 años y 4 meses (rango:3 meses a 18 años). Se incluyeron 35 machos (30 castrados) y 28 hembras (21 esterilizadas).

La CQ se identificó en 60 de los 63 estudios incluidos. En todos los casos en los que se identificó era isointensa al líquido cefalorraquídeo en T2w e isointenso al músculo en T1w. Se observaba en las secuencias dorsales, sagitales y transversales disponibles.

Se encontraba en todos los casos caudal al tronco celiaco; ventral a L2 en 35 casos, ventral a L2-L3 en 13 casos, ventral a L3 en 10 casos, ventral a L1 en 1 caso y ventral a L1-L2 en 1 caso. Se encontraba dorsal a la aorta abdominal en 40 casos y dorsolateral en 20 casos (en 12 casos a la derecha y en 8 casos a la izquierda).

En 35 de los estudios, se obtuvieron secuencias transversales por los que se describió la forma: elipse en 24 casos, ovalada en 10 casos y triangular en 1 caso.

Se administró contraste intravenoso en 28 casos, observándose realce homogéneo en 5 pacientes (3 marcado y leve en 2).

La CQ más grande tenía un ancho de 8,7 mm y la más pequeño 1,29 mm. Sin embargo, más de dos tercios tenían entre 2 mm y 4mm (42/60; 70 %), con un diámetro medio de 2.5 mm. 

Discusión y conclusiones:

La CQ se visualizó consistentemente en estudios de RM en el 95% de los casos. Este porcentaje es similar al reportado usando la misma técnica en perros2. La CQ se observó en todos los casos en las secuencias transversales. Los tres casos en los que no se observó no disponían de imágenes en secuencias transversales a nivel de esta estructura. Era isointensa a la musculatura en imágenes en T1w e isointensa al líquido en imágenes en T2w, no presentando realce en la mayoría de los casos. Su forma es en elipse (68%) u oval (35%). Se encuentra en la superficie dorsal de la aorta (66%) visiblemente ventral a L2 (58%) y caudal del origen de las arterias celíaca y mesentérica craneal en todos los casos (100%). Esta ubicación también fue similar a los hallazgos informados en gatos por necropsia1, aunque difiere de lo reportado en perros, dónde se ubica mayoritariamente ventral a L42. Tanto la forma como la ubicación y el grosor es similar a lo reportado en linfangiografía en gatos con quilotórax idiopático4,5. Mayoritariamente se sitúa dorsal a la aorta (66% de los casos), aunque se observa dorsolateral hacia el lado derecho en el 20% de los casos y dorsolateral hacia el lado izquierdo en el 13% de los casos. Estas variaciones están descritas previamente en gatos usando otras técnicas de diagnóstico por imagen y visualizada directamente en cirugía4,5.

La variación en tamaño y forma de la CQ entre pacientes puede ser una variación anatómica normal o debida a una variación dinámica/temporal; como se ha descrito en perros2.

No se observó aumento de la señal de la CQ tras la administración de contraste en 83% de los casos, similar a lo reportado en perros2. En medicina humana normalmente no se produce realce tras la administración de contraste, aunque están descritos algunos casos en los que ocurre tras disparar las secuencias tardías (más de 10 minutos)6.

La falta de confirmación histopatológica del estado de la CQ es una limitación del presente estudio, también el pequeño número de casos con secuencias transversales y post-contraste; así como la naturaleza retrospectiva del estudio.

La RM toracolumbar es un posible método no invasivo para evaluar los conductos linfáticos abdominales en gatos.

Bibliografía:
  1. Eken E, Tipirdamaz S, Gezici M, Besoluk K, Ozdemir V. Conformation of Cisterna chyli in cats (Felis catus). Revue de Medecine Veterinaire 2001; 52:463-468
  1. Johnson VS, Seiler G. Magnetic resonance imaging appearance of the cisterna chyli. Vet Radiol Ultrasound 2006;47:461–464.
  2. Etienne AL, Cavrenne R, Gommeren K, Bolen G, Busoni V. Ultrasonographic characteristics of the cisterna chyli in eight dogs and four cats. Vet Radiol Ultrasound 2013; 54(4):398-402.
  3. Chiang C, Chen KS, Chiu HC, Chung CS, Lin LS. Computed tomography lymphangiography via intrametatarsal pad injection is feasible in cats with chylothorax. Am J Vet Res 2022; 1:1-7
  4. Stockdale SL, Gazzola KM, Strouse JB, Stanley BJ, Hauptman JG, Mison MB. Comparison of thoracic duct ligation plus subphrenic pericardiectomy with or without cisterna chyli ablation for treatment of idiopathic chylothorax in cats. J Am Vet Med Assoc 2018;252(8):976–981.
  5. Pinto PS, Sirlin CB, Andrade-Barreto OA, Brown MA, Mindelzun RE, Mattrey RF. Cisterna chyli at routine abdominal MR imaging: a normal anatomic structure in the retrocrural space. Radiographics 2004;24(3):809-17.