GLOSITIS PAPULO-NODULAR PROLIFERATIVA ASOCIADA A LEISHMANIA INFANTUM EN EL PERRO. A PROPOSITO DE UN CASO CLINICO.

La leishmaniosis es una enfermedad zoonótica parasitaria causada por el protozoo Leishmania infantum y transmitida por vectores, principalmente artrópodos del género Phlebotomus. Las manifestaciones clínicas y alteraciones de laboratorio asociadas con la enfermedad son a menudo inespecíficas, siendo las lesiones cutáneas y la presencia de linfadenomegalia los principales signos clínicos que se detectan.¹ En el caso de las alteraciones de laboratorio, la principal alteración es la elevación de las proteínas totales como consecuencia de la presencia de hiperglobulinemia.² En este sentido, el diagnóstico clínico de la enfermedad es relativamente sencillo si se lleva a cabo en perros que presentan signos clínicos característicos de la enfermedad en perros. Sin embargo, en ocasiones es posible detectar la presencia de manifestaciones clínicas que pueden considerarse de escasa presentación, entre las que se incluye la presencia de lesiones en musculatura estriada, sistema nervioso central, gónadas, glándulas endocrinas, así como zonas mucosas como cavidad oral.³

Este caso clínico describe la presentación clínica de glositis papulo-nodular proliferativa asociada a L. infantum como única presentación clínica de la enfermedad.

Acude al servicio de dermatología un perro, macho, mestizo cruce de pastor alemán de seis años, con presencia de dos lesiones nodulares en el plano dorsal lengua. Se trata de un perro que lleva una adecuada pauta de desparasitación y vacunación. A la exploración física, presenta TRC<2, mucosas húmedas de color rosado, pulso femoral fuerte, temperatura en 38.0ºC, ausencia de linfadenomegalia periférica, abdomen blando, depresible e indoloro. En la exploración de la cavidad oral, a parte de las dos citadas lesiones, se observan unas lesiones proliferativas bilaterales que se extienden por el plano lateral de la lengua.

Se realiza hematología y bioquímica completas, apreciándose como única alteración la elevación de las globulinas 4.6 g/dL (2,5-4.5), mientras que los restantes parámetros laboratoriales estaban dentro del intervalo de referencia. Dada la imposibilidad de realizar un examen detallado de la cavidad oral, se realiza una sedación profunda.  En la exploración de la cavidad oral, se observa la presencia de lesiones papulonodulares ampliamente distribuidas tanto en plano lateral de forma bilateral, asi como en el plano ventral de la misma.

El diagnóstico diferencial de las lesiones orales observadas se incluyen neoplasias (histiocitoma, linfoma cutáneo, mastocitoma,carcinoma/adenocarcinoma), lesiones hiperplásicas, granuloma micótico, forunculosis bacteriana, enfermedades autoinmunes (granuloma/piogranuloma estéril), amiloidosis mucocutánea, lesiones asociadas con uremia, lesiones traumáticas y enfermedad periodontal.

Se realizan varias biopsias con punch de 6 mm de las lesiones de la zona ventral y lateral de la lengua para su examen histopatológico. En relación a las lesiones papulo-nodulares de la zona dorsal de la lengua se llevó a cabo una punción-aspiración con aguja fina. 

Como pruebas complementarias en base a los hallazgos laboratoriales de hiperglobulinemia, se decide realizar un perfil electroforético de las proteínas séricas junto a la realización de una serología cuantitativa para la detección de anticuerpos anti-Leishmania. Las pruebas complementarias dan como resultado la detección una gammapatía policlonal junto a la presencia de elevados niveles de anticuerpos anti-Leishmania. El examen citológico de las preparaciones obtenidas de las dos lesiones papulo-nodulares revelan la presencia de inflamación macrofágica sin observarse ningún otro elemento citológico relevante. Por otro lado, el examen histopatológico muestra la presencia de infiltrado difuso piogranulomatoso, además de un resultado positivo para la inmunohistoquímica de L. infantum

 

Las lesiones orales asociadas con L. infantum en el perro se consideran una presentación clínica atípica y poco frecuente.⁴ Este tipo de lesiones pueden localizarse en diversas zonas de la cavidad oral incluyendo lengua, encía, paladar blando y labios, siendo el número de lesiones muy localizadas y circunscritas, además de tratarse de la única manifestación clínica de la enfermedad.⁴ En nuestro caso, las lesiones afectaban de forma generalizada tanto el plano ventral como las zonas laterales de la lengua, algo nunca antes descrito en la literatura.

 

Este tipo de lesiones en lengua se cree que aparecen cuando se produce una diseminación sistémica de Leishmania de forma atípica.⁵ Por el contrario, otros autores consideran una forma localizada de leishmaniosis similar al mecanismo inmunopatogénico que ocurre con las formas clínicas de dermatitis papular asociadas a los lugares de picadura del mosquito transmisor (chancros de Leishmania).⁶

 

En este tipo de presentaciones el diagnóstico definitivo se obtiene a través del estudio histopatológico de las biopsias donde en ocasiones es posible detectar en las preparaciones de hematoxilina-eosina la presencia de formas compatibles con Leishmania. En otras ocasiones, el patrón histológico observado es compatible con Leishmania, pero no se observa en las preparaciones formas del parásito, siendo necesario la utilización de otras pruebas complementarias como la técnica de inmunohistoquímica donde se detecta un marcaje de los amastigotes. También pueden utilizarse otros procedimientos como el análisis molecular (PCR) del tejido embebido en el bloque de parafina, aunque el laboratorio donde se realiza el procedimiento molecular nos debe indicar si este tipo de muestra es adecuada dado que podría haber inhibidores de la PCR que interfieren atenuando o inhibiendo completamente la reacción de amplificación por PCR.

 

Por ello, la leishmaniosis debe considerarse en los diagnósticos diferenciales de las lesiones nodulares tanto ulceradas como no ulceradas en boca. Sobre todo, en aquellas situaciones clínicas en los que la presentación clínica es atípica con signos clínicos inespecíficos.

1. Noli C, Saridomichelakis MN: An update on the diagnosis and treatment of canine leishmaniosis caused by Leishmania infantum (syn. L. chagasi). Vet J. 2014; 202(3):425-435.

2. Paltrinieri S, Gradoni L, Roura X, Zatelli A, Zini E:. Laboratory tests for diagnosing and monitoring canine leishmaniasis. Vet Clin Pathol. 2016;45(4):552-578.

3. Foglia Manzillo V, Paparcone R, Cappiello S, De Santo R, Bianciardi P, Oliva G: Resolution of tongue lesions caused by Leishmania infantum in a dog treated with the association miltefosine-allopurinol. Parasit Vectors. 2009;2 Suppl 1(Suppl 1):S6.

4. Blume GR, Eloi RSA, Silva FP, Eckstein C, Santos RL, Sant'Ana FJF: Oral Lesions in Dogs with Visceral Leishmaniosis. J Comp Pathol. 2019;171:6-11.

5.Parpaglia ML, Vercelli A, Cocco R, Zobba R, Manunta ML: Nodular lesions of the tongue in canine leishmaniosis. J Vet Med A Physiol Pathol Clin Med. 2007;54(8):414-417.

6. Foglia Manzillo V, Pagano A, Paciello O, Di Muccio T, Gradoni L, Oliva G: Papular-like glossitis in a dog with leishmaniosis. Vet Rec. 2005;156(7):213-215.