Quilo ascitis secundaria a pancreatitis, a propósito de un caso clínico

Tipo:
Casos clínicos
Presentación:
POSTER
Área temática:
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN (GEDI)
Instituciones:
(1) Hospital Veterinario Puchol
Autores:
Amaya Segarra (1)
Erika Mayer (1)
Angela Bargueño (1)
Paula Perero (1)
Introducción:

La quiloascitis con presentación aguda es una condición poco habitual en la clínica, con menos de 100 casos descritos en humana y ninguno en veterinaria3, a diferencia de la pancreatitis, que aunque no existe una incidencia determinada, es una causa común de abdomen agudo en pequeños animales 8. Es interesante que la pancreatitis no sea un factor de riesgo de quiloascitis en veterinaria, en comparación con medicina humana, donde aproximadamente el 4% de los pacientes con pancreatitis sí la presentan.3 En este caso, se expone un paciente con quiloascitis secundaria a pancreatitis.

Descripción del caso/s clínico/s:

Se presenta un mestizo de galgo, macho castrado de 4.5 años y 31 kg de peso, con un cuadro de anorexia, vómitos y dolor abdominal de dos días de evolución. En la exploración física se detectan mucosas congestivas y secas, pliegue cutáneo persistente y dolor abdominal severo. 

En la analítica sanguínea se encontró policitemia (hematocrito 60.9%; Valor de referencia (VR): 33-56%) y hemoglobinemia (235g/L; VR: 110-190), así como linfopenia (0.05 109 un/L; VR: 0.83-4.91). En la bioquímica, leve hipocalemia (3.1 mmol/L; VR: 3.5-5); hiponatremia (135.8 mmol/L; VR:138-150), aumento de fosfatasa alcalina (629.7 U/L; VR: 25-190; aumento de la amilasa (3194.7 U/L; VR: 350-100), con valor normal de triglicéridos (50 mg/dL; VR: 40-150). Además, se envió una muestra de sangre al laboratorio externo para el análisis de lipasa pancreática canina especifica (cPLI), encontrándose levemente aumentada (259,1 mcg/L (VR < 180)). 

Debido a la presencia de dolor abdominal se realizaron radiografías de abdomen, proyecciones lateral derecha y ventrodorsal, en las cuales se visualizó pérdida de definición de serosas generalizada, más marcada en abdomen medio craneal. Posteriormente se decidió realizar una ecografía abdominal, la cual reveló moderada cantidad de líquido libre anecoico, aumento de tamaño del páncreas (22,8 mm de grosor), con parénquima heterogéneo, principalmente hipoecoico e imagen sugerente de edema pancreático, así como marcada reacción de la grasa peripancreática. También se apreciaron cambios hepáticos difusos, con presencia de bordes redondeados y disminución de la ecogenicidad del parénquima.

Se tomó una muestra ecoguiada de la efusión abdominal, obteniendo un líquido de apariencia opaca, color blanquecino y rosáceo, recuento celular 8,7 x109 UL, PT 3,7 g/dL, glucosa 92 mg/dL, triglicéridos 388,3 mg/dL, colesterol 129,5 mg/dL, lipasa 401,5 U/L. Estos hallazgos son compatibles con quilo. En la citología se observaron eritrocitos, neutrófilos y linfocitos, además, se descartó la presencia de microorganismos visibles. 

Se hospitalizó, administrándose inicialmente una dosis de rescate analgésico con metadona a 0,2 mg/Kg IV, con el siguiente tratamiento posterior: fluidoterapia con cristaloides según necesidades de mantenimiento y porcentaje de deshidratación; maropitant 1 mg/kg IV c24h; omeprazol 1 mg/kg IV c12h; metamizol 25 mg/kg IV c8h; infusión contínua (CRI) de lidocaína a 2 mg/kg/h y CRI demetoclopramida a 2 mg/kg/24h. Se coloca sonda nasogástrica para comenzar con alimentación enteral baja en grasa. Tras 4 díasde hospitalización se dio el alta, ya que el paciente no presentaba sintomatología, en la ecografía de revisión no había presencia delíquido libre abdominal y se detectó mejoría del páncreas, con disminución de tamaño (12mm de grosor), ausencia de edema y reducción de la reacción peripancreática.

Discusión y conclusiones:

La quiloascitis se caracteriza por la presencia de efusión abdominal de color rosáceo-blanquecino y aspecto opaco. Consiste en un trasudado modificado o exudado, con mayor concentración de triglicéridos que en el suero o plasma  (> 100 mg/dL), 6,8 y un ratio de colesterol/triglicéridos < 1. 8

La citología del líquido libre se utiliza para descartar un exudado séptico. Asimismo, las células encontradas en la citología diferencian entre un proceso agudo, donde se encuentran más linfocitos, o un proceso crónico, donde se suele encontrar una población mixta de neutrófilos y macrófagos vacuolados. En nuestro caso, la efusión presenta características de exudado con presencia de neutrófilos, probablemente debido a la respuesta inflamatoria causada por la pancreatitis.4 

En los análisis sanguíneos se evidenció aumento del hematocrito y de la hemoglobina, hallazgo fisiológico al tratarse de un galgo8, y asociada a la hemoconcentración por la deshidratación presente. La linfopenia puede ser un hallazgo secundario a la efusión de quilo, por interferencia en la circulación normal de los linfocitos. 7 

Entre las causas de quiloascitis en pequeños animales se incluyen: patología cardíaca, tromboembolismo, trauma, neoplasia, peritonitis séptica, pancreatitis, enfermedad infecciosa (PIF, tuberculosis) y causas iatrogénicas (complicaciones quirúrgicas u otras causas que impiden el drenaje linfático adecuado). 1,2

El diagnóstico de pancreatitis se realiza gracias a la imagen ecográfica 3, la sintomatología clínica y el aumento de lipasa pancreática canina específica (cPLI), que es una prueba sensible y específica. Aunque la cPLI es el marcador más útil para el diagnóstico de pancreatitis, su aumento depende de la severidad del proceso.8 Además, si la medición de la lipasa y la amilasa en el líquido libre obtenido es mayor que en el suero, se considera un hallazgo significativo en el diagnóstico de pancreatitis, aunque se debe valorar conjuntamente con la citología del líquido para descartar peritonitis séptica. 6 

Se han descrito dos teorías fisiopatológicas que explican la presencia de quiloascitis secundaria a pancreatitis. La primera es el drenaje de linfa hacia el peritoneo por destrucción de las vías linfáticas, secundario a la erosión de estas que causan las enzimas pancreáticas.5 La segunda teoría sería la obstrucción de las vías linfáticas y el subsecuente drenaje de linfa hacia el abdomen, secundaria al proceso inflamatorio marcado de los tejidos que rodean al páncreas. 3 ,5

Las autoras consideran relevante el caso descrito ya que la quiloascitis es un hallazgo poco común y hay poca descripción en la bibliografía, sobretodo cuando es secundaria a pancreatitis. Sería necesario destacar la importancia de la ecografía y abdominocentesis como pruebas iniciales a realizar ante la presencia de líquido libre, ya que aumenta la eficacia y exactitud deldiagnóstico1, además de determinar o descartar causas subyacentes como la pancreatitis.3

Bibliografía:
  1. Hatch A., Jandrey KE., Tenwolde MC., Kent MS. Incidence of chyloabdomen diagnosis in dogs and cats and corresponding clinical signs, clinicopathologic test results, and outcomes:53 cases (1984-2014) J Am Vet Med Assoc 2018; 253:886–892
  2. Veran E., Gallay-Lepoutre J., Gory G., Guillaumot P., Duboy J. Chyloabdomen in a cat with pancreatic carcinoma. Open Veterinary Journal 2018; 8 (4): 452-457
  3. Lott K., Mansfield C. Acute chylous peritonitis associated with acute pancreatitis in a Staffordshire Bull Terrier. New Zealand Veterinary Journal 2015; 63(2): 125–126
  4. Connally HE. Citology and Fluid Analysis of the Acute Abdomen. Clinical Techniques in Small Animal Practice 2003; Vol 18 (1): 39-44
  5. Aalami OO, Allen DB, Organ CH Jr. Chylous ascites: a collective review. Surgery 2000; 128:761–778
  6. Alleman AR. Abdominal, thoracic and pericardial effusions. Vet Clin North Am Small Anim Pract 2003; 33:89–118
  7. Sayir F., Cobanoglu U., Sehitogullari A. Nonspecific Infectious Bilateral Chylothorax and Cyhloabdomen with Symptoms of Acute Abdomen. EAJM 2011; 43: 196-9
  8. Ludwig LL, Simpson AM, Han E. Pleural and extrapleural diseases. En: Ettinger SJ, Feldman EC, eds. Textbook of veterinary internal medicine. 7th ed. St Louis: Saunders Elsevier, 2010;1125–1137