Linfoma espinal con invasión local y malformación espinal en un gato

Tipo:
Casos clínicos
Presentación:
POSTER
Área temática:
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN (GEDI)
Instituciones:
(1) Hospital Veterinario Puchol
(2) T-cito
Autores:
Amaya Segarra Larrazabal (1)
Aurora Cancela Amigo (1)
Antonio Meléndez Lazo (2)
Pablo Amengual Batle (1)
Introducción:

El linfoma espinal es la neoplasia espinal más común en gatos, representando entre el 28-40% de las neoplasias espinales.Sin embargo, su descripción en las diferentes técnicas de imagen se encuentra pobremente documentada.Además, en la mayoría de los casos, la obtención de un diagnóstico definitivo puede llegar a suponer un reto diagnóstico.3 A continuación, se presenta un caso clínico de un gato con linfoma espinal con extensión a estructuras adyacentes y presencia de malformaciones vertebrales no relacionadas, en el cual los autores describen la apariencia radiográfica, ecográfica, en tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM). 

Descripción del caso/s clínico/s:

Un gato cruce de siamés, hembra castrada, “indoor” estricto, de un año y medio de edad, fue referido a nuestro centro por una historia de incoordinación y paraparesia ambulatoria crónica progresiva de tres semanas de evolución. Presentaba un test SNAP de antígenos del virus de la leucemia felina (FeLV) y anticuerpos frente inmunodeficiencia, siendo positivo a FeLV. 

En la exploración física no se detectó ninguna anomalía destacable. El examen neurológico mostró una ataxia propioceptiva, paraparesia ambulatoria severa con disminución de las reacciones posturales y reflejos espinales normales. El resto del examen neurológico completo fue normal. Estos hallazgos fueron compatibles con una lesión en los segmentos espinales T3-L3. El diagnóstico diferencial incluyó un proceso inflamatorio/infeccioso (meningomielitis secundaria a agentes infecciosos vs de origen desconocido), neoplásico (primario vs secundario) o malformación congénita. 

El protocolo diagnóstico incluyó un hemograma y perfil bioquímico completo, RM y TC. En el hemograma y bioquímica no se encontraron alteraciones reseñables.

Las radiografías espinales realizadas en su centro veterinario mostraron una fusión de las vértebras L1 y L2, con escoliosis leve a moderada en la región toracolumbar. Se realizó RM (Vantage Elan 1.5 T, Canon Medical System Corporation, Tokio, Japon) con las siguientes secuencias: sagitales T2W y T1W FatSat postcontraste; transversales T2W, T1W y T1W FatSat postcontraste y dorsales STIR y T1W 3D postcontraste. En esta, se reveló una lesión extradural, con bordes bien definidos e hiperintensa en T2W y en T1W pre-contraste, causando moderada compresión de la médula espinal a nivel de L1. La lesión se extendía hacia la vértebra y al músculo epaxial adyacente, mostrando marcado realce homogéneo post contraste. La TC (Aquilion Lightning, Canon Medical System Corporation, Tokio, Japon) en algoritmo hueso y tejido blando de la misma región confirmó los hallazgos radiológicos, además de presencia de vértebras en mariposa de L1 y L2. Se tomó una muestra mediante punción con aguja fina (PAF) ecoguiada de la lesión en la musculatura epaxial, donde se observó una lesión irregular, de bordes bien definidos e hipoecoica. La citología fue compatible con linfoma de alto grado. Se realizó reacción en cadena de la polimerasa (PARR) detectando una población de células B monoclonal. El propietario aceptó únicamente tratamiento paliativo, por lo que se inició un tratamiento con prednisolona (Prednicortone ®) y buprenorfina (Buprex®). Tras pocos días, debido al rápido progreso de los signos clínicos, se realizó la eutanasia humanitaria del animal.

Discusión y conclusiones:

Pese a que el linfoma espinal es la neoplasia espinal más común en gatos, sus características en las diferentes técnicas de imagen no se encuentran completamente documentadas.2

En RM, podemos encontrarnos con una localización extradural (como en nuestro caso), intradural/extramedular, intramedular o mixta, siendo lo más común la extradural,y afectando con más frecuencia a los segmentos espinales toracolumbares.Habitualmente, se presenta hipointensa en T1W, hiperintensa en T2W y FLAIR comparada con la musculatura paravertebral y con marcada y homogénea captación de contraste.4 Además, puede afectar a estructuras adyacentes.2 Sin embargo, en medicina humana, la localización más frecuente del linfoma espinal es intradural/extramedular e intramedular.5 No presenta una apariencia específica en RM, pero se suele mostrar hiperintensa en T2W y con marcada captación de contraste.6

La RM es la prueba de elección para el diagnóstico de esta neoplasia ya que obtenemos excelente definición del tejido blando, a la vez que permite visualización adecuada de las estructuras óseas. Sin embargo, la TC es superior para detectar malformaciones vertebrales4 y cambios óseos como osteolísis y neoformación ósea.7

 

La obtención de un diagnóstico definitivo es limitada en la mayoría de los casos. La ecografía es útil para evaluar los cambios en los tejidos paravertebrales, y aunque no existan hallazgos ecográficos específicos para discernir entre diferentes neoplasias, nos permite la toma de muestra mediante punción con aguja fina (PAF).7 La PAF ecoguiada es una técnica económica, segura, rápida y no invasiva para la obtención de un diagnóstico, como se demostró en este caso.

 

Existen diversos reportes del tratamiento del linfoma espinal en gatos, pero la información acerca de sus resultados es muy escasa.5 La administración exclusiva de quimioterapia ha sido relativamente ineficaz en estudios recientes. Los protocolos más usados incluyen combinaciones de vincristina, ciclofosfamida y prednisona; así como combinaciones de radioterapia, L-asparginasa, vincristina y prednisona.5 Se considera que la radioterapia es el tratamiento de elección del linfoma espinal, particularmente en los casos que la lesión se encuentra localizada.8 El tratamiento quirúrgico no suele estar indicado, debido a que habitualmente afecta a múltiples cuerpos vertebrales y segmentos de la medula espinal.9 En este caso, dado el mal pronóstico se procedió a la eutanasia humanitaria del paciente a los pocos días. 

 

En nuestro paciente, en las radiografías se observó una malformación congénita, hallazgo que podría explicar su sintomatología, pero las pruebas de imagen avanzadas revelaron la presencia de una neoplasia infiltrativa. Este hecho remarca la importancia de la realización de pruebas de imagen avanzadas en pacientes con signos progresivos de mielopatía,10 especialmente en gatos positivos a FeLV y de corta edad, debido a la mayor probabilidad de linfoma espinal en estos casos. Existen algunos factores asociados al desarrollo de neoplasias óseas como fracturas, infecciones e inflamaciones crónicas, así como el uso de implantes metálicos.5 En contraposición, no se ha demostrado que las malformaciones congénitas espinales sean un factor de riesgo para el desarrollo de linfoma espinal en la zona, por lo que el hallazgo de estas dos lesiones se consideró un hecho casual. 

 

Bibliografía:

1- Marioni-Henry K. Feline spinal cord diseases. Vet Clin North Am Small Anim Pract 2010; 40(5):1011-28

 

2- Wilfried M. Spinal Neoplasia. En: Wilfried M (eds): Diagnostic MRI in dogs and cats. Boca Raton (US), Taylor & Francis Group, LLC. 2018

 

3- Gonçalves R, Platt SR, Llabrés-Díaz FJ, et al. Clinical and magnetic resonance imaging findings in 92 cats with clinical signs of spinal cord disease. Journal of Feline Medicine and Surgery 2009; 11(2):53-9

 

4- Bagley RS. Spinal neoplasms in small animals. Vet Clin North Am Small Anim Pract 2010; 40(5):915-27

 

5- Withrow SJ, MacEwan EG, editors. Small Animal Clinical Oncology, 5º ed. Philadelphia (PA): WB Saunders. 2013

 

6- Kasim Abul-Kasim, Majda M. Thurnher, Paul McKeever, Pia C. Sundgren. Intradural spinal tumors: current classification and MRI features. Neuroradiology 2008; 50:301–314 

 

7. Kirberger RM. Spine general. En: Kirberger RM., McEvoy FJ. Editors. BSAVA Manual of Canine and Feline Musculoskeletal Imaging. 2nd ed. 2016; 333-346

 

8. Antony Moore. Extranodal lymphoma in the cat. Prognostic factors and treatment options. Journal of Feline Medicine and Surgery 2013; 15:379–390

 

9. Karelle A. Meleo. The Role of Radiotherapy in the Treatment of Lymphoma and Thymoma. Vet Clin North Am Small Anim Pract 1997; 27(1): 115-129

 

10- Palus V, Volk HA, Lamb CR, Targett MP, Cherubini GB. MRI features of CNS lymphoma in dogs and cats. Vet Radiology and Ultrasound 2012; 53(1):44-9