PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO ASOCIADOS A ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL

Tipo:
Casos clínicos
Presentación:
ORAL
Área temática:
MEDICINA DEL COMPORTAMIENTO ANIMAL (GEMCA)
Instituciones:
(1) Lar do BelelleSL
(2) Hospital Rof Codina
Autores:
Noemí Graña Torralba (1)
Ángela González Martínez (2)
Introducción:

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) define el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial (2020).

Dentro de la sintomatología clínica del dolor, además de los signos fácilmente identificables como cambios en la postura corporal, expresiones faciales o vocalizaciones, se pueden encontrar modificaciones en el comportamiento, en ocasiones como única manifestación clínica 1,3.

Los cambios de comportamiento asociados al dolor se podrían clasificar en dos grandes grupos: desaparición de conductas normales y aparición de conductas anormales 1,3.

La desaparición de conductas normales englobaría: modificaciones en la conducta alimentaria, reducción del nivel de actividad, alteraciones del sueño, cambios en la conducta de juego, problemas en las interacciones sociales. A su vez, la aparición de conductas anormales comprendería: miedo, conductas agresivas, conductas repetitivas, demandas de atención, eliminaciones inapropiadas y problemas en el aprendizaje 1.

La enfermedad inflamatoria del intestino delgado se trata de un proceso del que se desconoce la etiología, aunque se podría tratar de una respuesta exagerada o no adecuada del sistema inmune a antígenos bacterianos o alimentarios. Dentro de sus signos clínicos se encuentran diarrea, vómitos y dolor abdominal 9.

A continuación, se presentan dos casos clínicos con una sintomatología muy similar, con un diagnóstico coincidente y con una respuesta al tratamiento ambos casos, cuyo denominador común es el dolor asociado a dicha patología positiva en intestinal.

Descripción del caso/s clínico/s:

Se presentan a consulta de medicina comportamiento los dos casos clínicos que se describen a continuación:

- En diciembre de 2018 acude a consulta una mestiza de Cocker Spaniel de un año de edad, hembra entera, que presenta agresividad por conflicto social hacia sus tutores en contexto de protección de recursos y en las manipulaciones, agresividad por miedo a personas desconocidas y miedo a perros desconocidos. De forma recurrente, manifiesta episodios de dermatitis y diarreas. Se realizan pruebas diagnósticas para descartar problemas médicos, que no resultan concluyentes. En el diagnóstico por imagen, tanto en la ecografía abdominal como en las radiografías realizadas no se observan alteraciones y las analíticas no revelan parámetros anómalos. Se establece un diagnóstico diferencial de enfermedad inflamatoria intestinal e intolerancia alimentaria. Por lo tanto, se inicia tratamiento médico basado en dieta hipoalergénica de proteína hidrolizada. En el servicio de medicina del comportamiento se establecen pautas de modificación de conducta y terapia biológica con fluoxetina 1mg/kg QD, mostrando una recuperación notable de los problemas de agresividad y miedo. Sin embargo, se producen recaídas repentinas, en las que empeoran de nuevo sus síntomas conductuales, que preceden a episodios de diarreas, y que, tras la normalización de los signos gastrointestinales, se aprecia de nuevo mejoría en su comportamiento.

En marzo 2021 un episodio de diarrea hemorrágica severa conlleva la hospitalización clínica y una repetición de la ecografía abdominal. En ese momento se aprecian alteraciones estructurales de la pared del intestino delgado, compatibles con enfermedad inflamatoria intestinal. Se comienza entonces la terapia farmacológica con metronidazol, mejorando exponencialmente su problema de comportamiento al mismo tiempo que se reducía su sintomatología gastrointestinal.

- El otro caso clínico que se presenta a consulta de comportamiento, en febrero del 2021, se trata de un mestizo de Beagle de un año de edad, macho castrado, que presenta agresividad por conflicto social hacia los tutores en contexto de protección de recursos y en las manipulaciones. Al igual que en caso anterior, manifiesta episodios recurrentes de diarreas, realizándose pruebas diagnósticas (ecografía abdominal, bioquímica, hemograma) que tampoco aportan datos concluyentes. De nuevo, se establece un diagnóstico diferencial de enfermedad inflamatoria intestinal e intolerancia alimentaria.  En el servicio de medicina del comportamiento se pauta fluoxetina 1mg/kg QD y trazodona 3mg/kg BID y sesiones de modificación de conducta. Así mismo, se comienza tratamiento médico con dieta de pienso hipoalergénico de proteína hidrolizada. En la evolución del caso, los tutores aprecian que cuando se varía en algo su alimentación se produce un empeoramiento de su sintomatología de comportamiento, apareciendo también conductas fóbicas a objetos a los que no lo presentaba anteriormente. Cuando los síntomas gastrointestinales se recuperan, mejoran los comportamientos agresivos y desaparecen los fóbicos.

En octubre del 2021, hay un empeoramiento del cuadro gastrointestinal, al mismo tiempo que se produce un incremento de la agresividad a los miembros de la familia y alteraciones del sueño. Se decide iniciar el tratamiento médico con metronidazol, y la recuperación resulta también muy significativa a ambos niveles.

Discusión y conclusiones:

La enfermedad inflamatoria del intestino delgado es una patología que se presenta con sintomatología gastrointestinal como diarrea crónica de intestino delgado, aunque también puede haber pérdida de peso con heces normales, y, si hay afectación del duodeno, puede cursar con vómitos. Estos signos clínicos están asociados con dolor abdominal, en ocasiones dolor cólico que causa malestar en el animal. En estos casos, los comportamientos agresivos pueden ser utilizados para evitar el contacto, y, además, si existe dolor crónico, se podría presentar una reducción de la actividad serotoninérgica en el sistema nervioso central y, por lo tanto, generar una mayor probabilidad de respuestas agresivas y fóbicas 1,2,3,. También en medicina humanos se ha encontrado una relación de comorbilidad entre dolor y ansiedad y fobias, lo que justificaría en gran medida los cuadros encontrados 4.

En conclusión, la enfermedad inflamatoria intestinal debería incluirse en el diagnóstico diferencial de los problemas de comportamiento relacionados con agresividad y fobias.

Bibliografía:
  1. Pain and problem behavior in cats and dogs. Mills, D. S., Demontigny-Bédard, I., Gruen, M., Klinck, M. P., McPeake, K. J., Barcelos, A. M., ... & Levine, E. (2020). Animals, 10(2), 318.
  2. Pain-related aggression in dogs: 12 clinical cases.Camps, T., Amat, M., Mariotti, V. M., Le Brech, S., & Manteca, X. (2012). Journal of Veterinary Behavior, 7(2), 99-102.
  3. A review of medical conditions and behavioral problems in dogs and cats.Camps, T., Amat, M., & Manteca, X. (2019). Animals, 9(12), 1133.
  4. The effect of neuroscience education on pain, disability, anxiety, and stress in chronic musculoskeletal pain. Archives of physical medicine and rehabilitation, Louw, A., Diener, I., Butler, D. S., & Puentedura, E. J. (2011). 92(12), 2041-2056.
  5. Noise sensitivities in dogs: an exploration of signs in dogs with and without musculoskeletal pain using qualitative content analysis. Lopes Fagundes, A. L., Hewison, L., McPeake, K. J., Zulch, H., & Mills, D. S. (2018). Frontiers in veterinary science, 5, 17.
  6. Behavior Problems of the Dog and Cat Lansberg, G., Hunthausen W., & Ackerman, L. (2011) Elsevier Health Sciences.
  7. Manual of Clinical Behavioral Medicine for Dogs and Cats Overall, Karen L. (2013). Elsevier Health Sciences.
  8. Manual Práctico de Etología Clínica en el Perro Amat M., Camps T., Le Brech S., Tejedor S., (2016). Multimédica ediciones veterinaria
  9. Medicina Interna de Pequeños Animales, Nelson Richard W, Couto C. Guillermo 458-459