Tratamiento con fluvoxamina en perros con problemas de comportamiento, datos iniciales en 28 casos clínicos

Tipo:
Comunicaciones Libres
Presentación:
ORAL
Área temática:
MEDICINA DEL COMPORTAMIENTO ANIMAL (GEMCA)
Instituciones:
(1) Ethoclinic Valencia
(2) Universidad Cardenal Herrera CEU
Autores:
Juann Argüelles (1,2)
Mª Del Mar Criado (2)
Objetivos del trabajo:

Evaluar la seguridad y los resultados del uso de fluvoxamina en el tratamiento de problemas de conducta en el perro.

Material y métodos:

Se revisaron los historiales clínicos de 38 casos del Servicio de referencia de Medicina del comportamiento Ethoclinic Valencia, en los que se utilizó la fluvoxamina como parte del tratamiento, para registrar los diagnósticos para los que se ha prescrito el fármaco, los posibles efectos secundarios y los resultados clínicos obtenidos. Finalmente se obtuvieron datos suficientes para evaluar los resultados en 23 de los 38 historiales revisados.

La dosis de fluvoxamina se dio dentro del rango 1-2 mg/kg/12-24h, como indica la bibliografía.3, 4,7

 

Resultados:

El medicamento causó efectos secundarios en el 7,9% de los casos, siendo estos jadeos, temblores, sedación y anorexia, aunque no persisten durante todo el tratamiento.

 

En cuanto a los diagnósticos, se prescribió fluvoxamina para problemas sociales intraespecíficos e interespecíficos (38% y 34% de los casos, respectivamente), problemas con ruidos (10%), problemas relacionados con la separación (10%) y problemas compulsivos (8%).

 

Los resultados preliminares son positivos. De 23 perros, 20 experimentan algún tipo de evolución o mejora. Un 62% de los casos experimenta una mejoría suficiente, mientras que un 19% experimenta una mejoría parcial. La mejoría completa solo la alcanza un 6%, mientras que un 13% no experimentan mejoría. En casos no finalizados, la evolución es positiva en el 57% de los casos, parcial en el 29% y solo un 14% no presentan evolución.

Al usar la fluvoxamina como único tratamiento, 10 de 11 perros consiguen una mejoría, el 55% con una mejoría suficiente. El resto, mejora completamente (9%), parcialmente (9%), no mejora (9%) o tiene una evolución positiva (9%). Solo un 9% no experimenta evolución.

En combinación con ansiolíticos como Gabapentina o Alprazolam (pro re nata), hay mejoría o evolución en 9 de cada 10. Un 40% tiene una mejoría suficiente, un 20% mejoría parcial y un 10% no mejoran. Un 20% presenta una evolución positiva y un 10% una evolución parcial. Sin embargo, al combinar la fluvoxamina con otros antidepresivos como la Mirtazapina o la Trazodona la mejora no es tan evidente, ya que solo evoluciona de manera positiva el 50% de los casos, mientras que el otro 50% no experimenta mejoría.

 

Discusión y conclusiones:

Este estudio evalúa los resultados obtenidos al tratar perros con problemas comportamentales, la mayoría sociales intraespecíficos e interespecíficos, además de problemas compulsivos, con ruidos o problemas relacionados con la separación, con lo que queda cubierto la mayor parte del espectro de posibles alteraciones comportamentales.

 

Como consecuencia, en los resultados obtenidos al combinar la fluvoxamina con otros antidepresivos vemos un porcentaje que no corresponde con lo esperado. Es probable que esto se deba al bajo número de casos en los que se da esta combinación. Otra posible explicación, es que sean casos especialmente graves, por lo que es complicado observar una mejora o evolución. Disponer de más datos también podría aportar más información acerca de los posibles efectos secundarios.

 

La limitación fundamental para evaluar un tratamiento médico para problemas comportamentales está en la imposibilidad de aislar el efecto del fármaco de las mejoras ambientales y de la modificación de conducta. Del mismo modo, un posible fracaso del tratamiento médico podría ser también atribuible a la fala de tratamiento ambiental y/o conductual. La única forma de homogenizar los resultados consistió en plantear del mismo modo, por las mismas personas y con el mismo nivel de seguimiento todos los tratamientos, pero las variaciones en el cumplimiento de estos son casi tantas como casos tratados.

Los resultados son esperanzadores, sin embargo, son necesarios más estudios, utilizando un volumen más grande de casos para tener una muestra más representativa.

Como conclusión vemos el uso de la fluvoxamina en perros con problemas de comportamiento como una buena opción como alternativa a tratamientos con otros antidepresivos, como la fluoxetina.

Bibliografía:
  1. Overall KL: Manual of Clinical Behavioral Medicine for Dogs and Cats. First (ed): Elsevier Mosby, Riverport Lane, St. Louis, 2013.
  2. Landsberg G, Hunthausen W, Ackerman L: Behavior problems of the Dog & Cat. Third (ed): Saunders Elsevier, 2013.
  3. Beaver BV: Canine behavior: insights and answers. Second (ed): Saunders Elsevier, St. Louis, Missouri, 2009.
  4. Stahl SM: Stahl's essential psychopharmacology. Neuroscientific Basis and Practical Applications. Fourth (ed): Cambridge University Press, New York, 2013.
  5. Sprauer S: Treatment of inter-specific aggression in cats with the selective serotonin reuptake inhibitor fluvoxamine. A case report. Tierarztliche Praxis. Ausgabe K, Kleintiere/heimtiere 2012; 40(6): 438-442.
  6. Dehasse J: Retrospective study on the use of fluvoxamine in dog behavior pathologies. AVSAB, Nueva Orleans 1999.
  7. Plumb DC: Plumb Manual de Farmacología Veterinaria. Octava (ed): Intermédica, 2017.