Un mestizo de Labrador macho castrado de 6 años fue valorado por dolor en la musculatura temporal, ptialismo y dificultad para abrir la boca. Se realizó resonancia magnética de cráneo evidenciándose cambios en la señal de la musculatura masticatoria compatibles con miositis, análisis de líquido cefalorraquídeo sin alteraciones, PCRs de LCR de Toxoplasma y Neospora negativos y anticuerpos Anti-2M con resultado 1>100 (positivo) con lo que se diagnosticó un cuadro compatible con MMM. Tras iniciarse el tratamiento con prednisolona a dosis inmunosupresoras, respondió favorablemente mostrando como signos residuales atrofia de la musculatura masticatoria y cierto grado de restricción para abrir la boca. El tratamiento se retiró escalonadamente tras 12 semanas.
Tres meses y medio después del inicio de este cuadro, el paciente acudió por un cuadro de debilidad de los miembros pélvicos que empeoraba con el ejercicio o nerviosismo y mejoraba con el reposo, evidente a los propietarios desde hacía 3 días. Además, presentaba toses aisladas. El examen físico mostró atrofia marcada de la musculatura masticatoria, moderado ptialismo y restricción en la apertura de la boca, en probable relación al antecedente de MMM. El examen neurológico evidenció debilidad generalizada más marcada de miembros pélvicos que empeoraba con el ejercicio y mejoraba con el reposo. Las reacciones posturales, reflejos espinales y evaluación de los nervios craneales, fueron normales. No se detectó dolor en la manipulación. Los hallazgos clínicos eran compatibles con una alteración localizada en sistema nervioso periférico, siendo más probable una alteración neuromuscular (principalmente miastenia gravis), sin descartar polineuropatías o miopatías de origen metabólico, inflamatorio-infeccioso o paraneoplásico principalmente.
Los resultados de analítica sanguínea general con electrolitos, ecografía de abdomen y panel de hormonas tiroideas no mostraron alteraciones. La serología para Toxoplasma y Neospora fue negativa. En las radiografías de tórax se observó leve dilatación esofágica. Se realizó prueba de edrofonio con respuesta favorable (tras su administración se observó mejoría clínica transitoria con menor debilidad). Se cursaron anticuerpos anti-receptores de acetilcolina con resultado 5.97 nmol/l (rango< 0.6). A la espera de estos últimos resultados y con la marcada sospecha de MG, se inició tratamiento con piridostigmina (0.75 mg/kg/8h) con mejoría inicial rápida. Posteriormente, el paciente mostró varias recaídas, las cuáles se controlaron ajustando la dosis de piridostigmina y añadiendo prednisolona a dosis variables según los signos entre 0.5 mg/kg/12h a 0.25 mg/Kg/24h.
1- Julie J. Paik, MD, MHS, Andrea M. Corse, MD, and Andrew L. Mammen, MD, PhD: The Co-Existence of Myasthenia Gravis in Patients with Myositis: A Case Series Semin Arthritis Rheum. 2014 June; 43(6): 792–796.
2- Jennifer K. Clooten, J.P.Woods, Laura L. Smith-Maxie: Myasthenia gravis and masticatory muscle myositis in a dog. Can Vet J 2003;44:480–483
3- Silvia Mundo, Andrea Montoro, Verónica Vitale, Angélica Kim, Adriana Duchene, Adriana Suraniti. Miastenia gravis adquirida generalizada en caninos y su presentación con miositis de músculos masticatorios. Rev. Med. Vet. ISSN 0122-9354 ISSNe 2389-8526: Bogotá (Colombia) N° 38: 41-46, enero-junio del 2019.
4- Gabriela Dumitrita Stanciu and Gheorghe Solcan. Acute idiopathic polyradiculoneuritis concurrent with acquired myasthenia gravis in a West Highland white terrier dog. BMC Veterinary Research (2016) 12:111
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