Los shunts portosistémicos (SPS) son una patología rara en pacientes felinos1. En perros, son una de las alteraciones vasculares más comunes2. Se trata de una comunicación anormal entre la circulación portal y la sistémica1-8, haciendo que la sangre no pase por el hígado, por lo que este no se desarrolla adecuadamente, existe una alteración en la producción de proteínas y, además, la metabolización de toxinas y fármacos se ve alterada1.
Se clasifican, principalmente, en congénitos (más frecuente) o adquiridos y, a su vez, en intrahepáticos (SPSIH) o extrahepáticos (SPSEH)2-7. Estos últimos, son los más frecuentes en el gato5,7.
La clínica comienza normalmente en animales que no han alcanzado la madurez, aunque también puede encontrarse en adultos1,5. Los síntomas más característicos en pacientes que presentan SPS son la alteración del estado mental y/o crisis convulsivas debido a encefalopatía hepática1,2,5, sialorrea (frecuente en gatos)5, síntomas gastrointestinales y urinarios1,2,5. Además, suelen ser animales con retraso en el crecimiento1,5.Caso 1:
Felino de 5 meses, hembra no esterilizada, Maine Coon y 2,5 kilos. Desde hace dos semanas presenta crisis paroxísticas que cursan con alteración del estado mental, decaimiento y sialorrea.
En la analítica sanguínea general con amoniaco se observó hiperamonemia de 216 μmol/L (0 - 95 μmol/L), causa de encefalopatía hepática que explica la sintomatología de la paciente. Posteriormente, se realiza estudio TC sin y con contraste, donde se diagnostica un SPSEH gastro-frénico izquierdo.
Caso 2:
Felino de 9 meses, hembra no esterilizada, común europeo y 1,8 kilos. Hace dos meses comienza con crisis paroxísticas de sialorrea y decaimiento. Presenta vómitos y diarreas de manera esporádica. Es la más pequeña de su camada. Presenta aumento en la medición de ácidos biliares preprandiales 327,1 μmol/L (0,1 – 6,0 μmol/L) y postprandiales 179,2 μmol/L (< 20 μmol/L). Se realiza también estudio TC en el que se evidencia un SPSEH mesentérico-cava.
En los dos casos se establece un tratamiento con amoxicilina-clavulánico (Synulox) a 12,5 mg/kg cada 12 horas1,3,4 y lactulosa (Duphalac) 1 ml cada 8 horas1-5,7,8.
Tras tres semanas aproximadamente de tratamiento médico, bajo anestesia general se realiza cirugía intervencionista con acceso percutáneo de la yugular derecha con introductor 4F (1,35 mm) (Terumo). Con guía hidrofílica J 0,35” (Terumo) y catéter Berenstein y Cobra 4F (Cordis) y angiografía con sustracción digital con fluoroscopio (GE OEC Fluorostar 7900 Compact) se practica cateterismo selectivo vía cava abdominal del SPS. En este momento, se toman presiones y se emboliza el shunt con coils (Infiniti Medical). En el primer caso fueron necesarios 6 coils de 3 mm (3) y 8 mm (3). Por otro lado, en el segundo caso se utilizaron 3 coils de 5 mm (2) y 8 mm (1).
Así, se consigue el cierre del defecto y, por último, se comprueba un buen resultado angiográfico.
Se da el alta hospitalaria a las 48 horas de la intervención. Se realiza revisión tras 10 días de la cirugía y a los 3 meses de la misma. En ninguno de los casos los pacientes volvieron a presentar sintomatología clínica. En el primer caso, además, los valores de amoniaco se normalizaron. En el segundo, por cuestiones de manejo y estrés en consulta de la paciente no pudo realizarse revisión analítica.
La sintomatología neurológica es frecuente en los pacientes con SPS1,2,5. Además, en gatos, la sialorrea es común5.
El diagnóstico presuntivo puede realizarse con la clínica del paciente y analítica sanguínea con mediciones de amoniaco y/o ácidos biliares, que suelen verse aumentados1,2,4,5. El diagnóstico definitivo ha de hacerse mediante pruebas de imagen, como la ecografía abdominal2,7,8, aunque la ideal es el estudio TC abdominal con contraste1,4,7 o resonancia magnética abdominal2,5, que permitirá una mejor preparación del tratamiento quirúrgico que la ecografía.
El tratamiento quirúrgico puede ser mediante cirugía clásica2,3,7,8, laparoscópica7,8 o cirugía endovascular guiada por imagen2,3,7,8.
Tras la cirugía clásica, los pacientes quedan hospitalizados, entre otros motivos, para el control del dolor (normalmente mediante uso de opioides entre otros) que supone la laparotomía para el animal1,5. Sin embargo, con la cirugía mínimamente invasiva los animales no requieren de tratamiento analgésico postquirúrgico3.
En estos dos pacientes se apostó por la opción mediante abordaje percutáneo y embolización con coils. Así, en estos casos la embolización vía percutánea de SPSEH ha sido una opción quirúrgica efectiva y segura, que ha permitido una rápida recuperación del paciente.