EVOLUCIÓN Y ALTERACIONES CLÍNICOPATOLÓGICAS EN 15 PERROS INTOXICADOS POR INGESTIÓN DE CYCA REVOLUTA.

Tipo:
Comunicaciones Libres
Presentación:
ORAL
Área temática:
EMERGENCIAS Y CUIDADOS INTENSIVOS
Instituciones:
(1) AÚNA ESPECIALIDADES VETERINARIAS
Autores:
Sergio Fontela González (1)
Marta González Garnacho (1)
Carles Mengual Riera (1)
Raquel Francés Borrell (1)
Objetivos del trabajo:

La ingestión de Cyca revoluta (CR) es una intoxicación grave en pacientes caninos1. Tiene efectos gastrointestinales, hepáticos, neurológicos e incluso la muerte2. Los signos clínicos suelen aparecer 24 horas tras la ingesta, aunque el daño hepático puede aparecer más tarde3. 

Las anormalidades analíticas observadas son anemia, trombocitopenia, alteración en tiempos de coagulación, aumento de enzimas hepáticas, hipoalbuminemia e hipoglucemia4, 5 

El tratamiento se basa en descontaminación, protección hepática, control de signos clínicos y soporte6, 7. 

El objetivo de este estudio es revisar 15 casos de intoxicación por CR para poder identificar variables que ayuden al clínico a predecir complicaciones y mortalidad, así como características de su presentación y tratamiento. 

Material y métodos:

Estudio retrospectivo descriptivo. Se incluyen pacientes caninos que acuden con historia y signos compatibles con intoxicación por CR entre el 01/01/2021 y 01/01/2022. Se obtuvieron datos sobre edad, raza, sexo, peso, tiempo de ingesta hasta aparición de signos clínicos, examen físico, resultado de pruebas, monitorización y desenlace. 

Los criterios de inclusión fueron, haber sido visto ingiriendo la planta o haber vomitado parte de ella, y tener registros completos de analíticas sanguíneas (hemograma, perfil bioquímico, coagulación) y pruebas de imagen (radiografías, ecografía) al ingreso y de control.  

Resultados:

Fueron incluidos 15 pacientes, de los cuales 13 (86.7%) habían sido vistos ingiriendo CR y 2 (13.3%), vomitaron semillas. En la Tabla 1 se resume la reseña, los principales resultados analíticos al ingreso y su evolución: supervivencia y complicaciones. Se consideraron complicaciones la encefalopatía hepática (EH) y enfermedad hepática crónica (EHC). Se registra también los pacientes con sangrados y los que recibieron plasma fresco congelado (PFC).  

Once de las intoxicaciones (73.3%) sucedieron entre los meses de primavera y verano (Gráfico 1). 

Al ingreso, todos presentaron vómitos, el 13/15 (86.7%) apatía, 5/15 (33.3%) diarreas y 6/15 (40%) anorexia. Ningún paciente mostró signos neurológicos. 5/15 (33.3%) desarrollaron EH (hiperamonemia, alteración del estado mental, hipoglucemia, convulsiones).   

Al ingreso,  13/15 (86.7%) tenía ALT aumentada, 5/15 (33.3%) trombocitopenia, 3/15 (20%) anemia, 1/15 (6.7%) hipoalbuminemia y 2/15 (13.3%) hiperbilirrubinemia. La coagulación se vio alterada en 8/15 pacientes (53.3%).  

En ecografía se observó que 7/15 (46.7%) presentaban hipomotilidad intestinal. Dos casos (13.3%) tenían líquido libre abdominal, compatible con trasudado puro. A nivel radiográfico, ninguno presentó hallazgos reseñables. 

En todos los casos la ingestión había ocurrido más de 6 horas antes de su llegada. El tiempo medio transcurrido entre la ingestión y el ingreso fue de 19 horas.  

Respecto al tratamiento, todos recibieron acetilcisteína,  vitamina K, maropitant y pantoprazol. A 6 pacientes (40%) se administró ácido tranexámico por presentar diarreas hemorrágicas.  En 20% de los casos resultó necesaria analgesia. 

Aquellos pacientes con alteración de la coagulación (>25% para los dos tiempos) y sangrados, recibieron transfusiones de PFC. En total 5/15 (33.3%) recibieron PFC. 

La duración media de hospitalización fue 4 días. Los no supervivientes permanecieron más tiempo. Del total, 3 (20%) fallecen y a 1 (6.7%) se aplica eutanasia,  siendo la mortalidad total del 26.7%. Los 4 fallecidos habían desarrollado EH. La mortalidad de los pacientes con EH fue 4/5 (80%).  El paciente con EH que sobrevivió, desarrolló EHC. Sobrevivieron 11 pacientes. De ellos, 5 (45.5%) desarrollaron EHC.  

Todos los pacientes con trombocitopenia <15K/µL al ingreso fallecieron, excepto uno que sobrevivió pero desarrolló EHC. Se observó una tendencia de valores iniciales altos de ALT  con no supervivencia o  EHC (Gráfico 2).  El 66,6% pacientes con EH o EHC tenían una ALT>200U/L. Todos los supervivientes sin EHC tenían ALT<200U/L. No se observaron diferencias de supervivencia a partir del resto de resultados analíticos.  

No se observó ninguna diferencia entre los tratamientos aplicados y el pronóstico, excepto con el PFC. Los 5 pacientes a los que se administró PFC tenían EH.  

Discusión y conclusiones:

La mortalidad en intoxicaciones por CR es elevada. En nuestro estudio se sitúa en 26.7%, valores semejantes a estudios previos8, aunque otros muestran porcentajes superiores4, 9. 

Según conocimiento de los autores ningún estudio anterior registró además de la supervivencia, el desarrollo de EHC o EH como complicaciones. Cuando un paciente desarrolla EH el pronóstico empeora. En nuestro estudio, el 80% de los pacientes que desarrollaron EH murieron y el 20% restante desarrolló EHC. Los pacientes con EHC necesitan tratamientos crónicos y controles. Consideramos que tener herramientas para predecir esta situación puede resultar muy interesante para el clínico.  

Coincidiendo con estudios semejantes, valores elevados de ALT y trombocitopenias se asociaron con peores pronósticos4, 6, 7. En nuestro estudio todos los pacientes que sobrevivieron sin secuelas presentaban al ingreso ALT<200U/L, mientras que el 66.6% de los pacientes que desarrollaron alguna complicación (EH o EHC) presentaron ALT>200U/L. Consideramos que el valor de ALT al ingreso puede usarse como buen orientador del pronóstico del paciente anticipándonos con tratamientos más intensivos. De la misma manera, trombocitopenias <15K/µl se asociaron con mal pronóstico (muerte o EHC). No encontramos relación entre hipoalbuminemia y alteración en tiempos de coagulación al ingreso, con el pronóstico como reportan estudios previos4, 6. 

Se asoció el uso de PFC con pobres pronósticos. Pensamos que el mal pronóstico estaba asociado a la grave situación del paciente y no al tratamiento, puesto que los pacientes que necesitaron PFC fueron los que tenían EH.  

Al igual que describen otros autores6, 9, se observa estacionalidad. El 73.3% de nuestros pacientes se intoxica entre marzo y septiembre. Esto puede asociarse a la caída de las semillas y al aumento de vida outdoor debido al clima.  

El signo clínico más frecuente es el vómito. En contraposición a otras publicaciones5, ningún paciente presentó signos neurológicos inicialmente.  Debido a que todos los pacientes ingresaron vomitando, no fue necesario aplicar eméticos como método de descontaminación. 

En conclusión, la intoxicación por ingestión de CR está asociada a mortalidades elevadas y a desarrollo de EHC. Para el clínico es importante tener en cuenta su principal época de presentación (marzo-septiembre) y la temprana identificación de factores de pobre pronóstico (valores iniciales ALT y plaquetas, y desarrollo de EH). De esta manera podrá informar mejor al propietario y aplicar de forma precoz terapias más intensivas.  

Bibliografía:
  1. Cortinovis C, Caloni F: Epidemiology of intoxication of domestic animals by plants in Europe. Vet J 2013; 197(2):163-168. 

  1. Milewski LM, Khan SA: An overview of potentially life‐threatening poisonous plants in dogs and cats. J Vet Emerg Crit Care 2006; 16(1):25-33. 

  1. Bertero A, Davanzo F, Rivolta M et al.:  Plants and zootoxins: Toxico-epidemiological investigation in domestic animals. Toxicon 2021; 196:25-31. 

  1. Clarke C, Burney D: Cycad palm toxicosis in 14 dogs from Texas. J Am Anim Hosp Assoc 2017; 53(3):159-166. 

  1. Maeso C, Morales C, Obrador R, Abarca E, Carrera I: Presumptive Cycad Toxicosis in a Dog. Clinical and Magnetic Resonance Imaging Findings: A Case Report. Front Vet Sci 2020; 7. 

  1. Lake BB, Edwards T, Atiee G, Stone R, Scott L: The characterization of cycad palm toxicosis and treatment effects in 130 dogs. Aust Vet J 2020; 98(11):555-562. 

  1. Botha CJ, Naude TW, Swan GE, Ashton M, Van der Wateren  JF:  Suspected cycad (Cycas revoluta) intoxication in dogs. J S Afr Vet Assoc 1991; 62(4):189-190. 

  1. Albretsen JC, Khan SA, Richardson JA: Cycad palm toxicosis in dogs: 60 cases (1987-1997). J Am Vet Med Assoc 1998; 213(1):99-101. 

  1. Ferguson D, Crowe M, McLaughlin L, Gaschen F: Survival and prognostic indicators for cycad intoxication in dogs. J Vet Intern Med 2011; 25(4):831-837.