Los procesos hiperostóticos, como la osteopatía craniomandibular (OCM) o la hiperostosis craneal (HC), son enfermedades frecuentes en perros jóvenes, en los que se produce una proliferación ósea no neoplásica de los huesos planos del cráneo. También pueden verse afectados otros huesos, como las vértebras cervicales o los huesos largos (1-6).
En la CMO se ven afectadas principalmente la articulación temporomandibular (ATM), rama de la mandíbula y a las bullas timpánicas (1-3). En la HC las lesiones se aprecian mayoritariamente al hueso frontal, pudiendo verse implicados otros huesos del cráneo (4-6). Las razas afectadas por la OCM y la HC son diferentes.
En este caso clínico se describen los hallazgos y la evolución de un perro de la raza Border Collie con exoftalmos debido a un proceso hiperostótico que presenta características mixtas entre la CMO y la HC.
Border Collie macho entero de 6 meses, que se presenta por exoftalmos en ojo derecho de dos semanas de evolución. El propietario refiere que el paciente presenta dolor intermitente, así como asimetría de la cara.
En el examen neuroftalmológico la respuesta a la amenaza y el reflejo de deslumbramiento fueron positivos en ambos ojos. Los reflejos pupilares directo e indirecto fueron normales. La retropulsión estaba dificultada en el ojo derecho. El test de Schirmer fue de 21 mm/min en el ojo derecho (OD) y 19 mm/min en el ojo izquierdo (OI). En el examen a distancia se observó abultamiento de la zona frontal y exoftalmos con estrabismo lateral en OD. El examen de los anejos mostró ligera procidencia de la membrana nictitante en ojo OD. El examen biomicroscópico fue normal. El efecto Tyndall fue negativo. Los valores de presión intraocular (IOP) (Tonovet®) fueron de 21 mmHg OD y 18 mmHg OI. El examen funduscópico fue normal en ambos ojos. El examen ecográfico mostró hiperecogenicidad retrobulbar difusa.
Se recomendó realizar radiografías de cráneo y TC como pruebas de imagen complementarias, pero los propietarios rehusaron las pruebas y se instauró tratamiento sintomático con Meloxicam dosis inicial 0.2mg/Kg/VO cada 24 horas y 0,1 mg/Kg posteriormente y lágrima artificial (Hyabak®) seis veces al día en ojo derecho.
No hubo mejoría evidente y el dolor en la zona frontal y temporal empeoró, se reforzó la analgesia con Gabapentina 10mg/Kg/VO cada 8 horas, Paracetamol 10mg/Kg y Tramadol 3 mg/Kg/VO cada 12 horas (Zaldiar®) y se realizó TC de cráneo en el que se identificó engrosamiento hiperostótico de los huesos parietales y frontales con ocupación parcial de los senos frontales y órbita, el espacio intracraneal del calvario estaba preservado sin alteraciones del encéfalo, hiperostosis difusa en ambas ramas mandibulares sin mostrar afección de las ATMs. El diagnóstico fue osteopatía craneomandibular con mayor afección de los huesos frontales, miositis temporal y linfadenopatía mandibular y retrofaríngeas leves reactivas.
Las biopsias del hueso frontal mostraron hueso periostal reactivo con remodelación ósea marcada que podía explicar las zonas de exostosis descritas, no se observó inflamación relevante ni cambios sugerentes de malignidad.
En los meses posteriores al diagnóstico el paciente siguió presentando exoftalmos en ojo derecho, dolor frontal y temporal intermitente, aunque los síntomas son más leves que en el momento de la presentación. En ningún momento ha presentado dificultad para abrir la boca o para comer. Se han administrado ciclos intermitentes de AINEs manteniendo la Gabapentina y Paracetamol para control del dolor.
Las enfermedades osteoproliferativas son poco frecuentes, y la presencia de exoftalmos secundario lo es menos aún.
La CMO afecta principalmente a la articulación temporomandibular (ATM), de la rama de la mandíbula y a las bullas timpánicas, produciendo anquilosis, lo que dificulta la apertura de la boca y puede de forma secundaria inducir atrofia de los músculos de la masticación. Los perros afectados presentan además fiebre recurrente, dolor y exoftalmos. Las razas más frecuentemente descritas son el West Highland White Terrier, el Cairn Terrier, y el Scotish Terrier (1-3).
En el caso de la HC es una enfermedad menos frecuente, que afecta primordialmente al hueso frontal, aunque otros huesos del cráneo también pueden verse afectados. Se ha descrito principalmente en perros de la raza Bullmastiff, en Bull Terrier y en Border Collie (4-6).
En nuestro paciente los huesos frontales y parietales fueron los más afectados, esto es característico de HC (4-6) y causante del exoftalmo en este caso. Además, se observó hiperostosis de ambas ramas mandibulares que es un rasgo típico de la OCM pero no se haya descrito en la bibliografía de la HC. Estos hallazgos hacen sospechar de una forma atípica de HC o un proceso hiperostótico que presenta características mixtas entre la CMO y la HC.
La etiología de estas enfermedades es desconocida, ambas se diagnostican mediante pruebas de imagen y biopsia ósea, están asociadas al crecimiento, son autolimitantes y se tratan mediante una combinación de AINEs y otros analgésicos. El pronóstico es favorable salvo en los casos de OCM en los que se ve afectada de ATM causando anquilosis (1-3).