La endoscopia intervencionista (EI) supone la utilización del equipo endoscópico junto con otras modalidades de diagnóstico por la imagen tales como la radioscopia y/o ecografía para llevar a cabo procedimientos diagnósticos o terapéuticos en prácticamente cualquier parte del cuerpo con acceso endoscópico (gastrointestinal, biliar, respiratorio, tracto urinario, etc.). Actualmente estamos observando la expansión de la investigación sobre el uso de nuevas técnicas en medicina veterinaria. La combinación de la endoscopia y la radioscopia permite la visualización y el acceso a pequeños orificios que de otro modo requerirían técnicas quirúrgicas más invasivas. Un buen ejemplo es la colocación de un dispositivo intraluminal en el conducto biliar común a través de la papila duodenal mayor y guiada mediante endoscopia y radioscopia. Muchos de estos procedimientos intervencionistas están considerados como estándares en medicina humana, y actualmente se están investigando en medicina veterinaria. La utilización de estas técnicas está creciendo en nuestros pacientes veterinarios a medida que se hacen más accesibles. La invasividad y morbilidad asociadas a algunas técnicas quirúrgicas tradicionales (p. ej. uretrotomía para obstrucciones y estenosis uretrales, cirugía de redireccionamiento biliar, cirugía nasofaríngea para estenosis, etc.) hace que la utilización de alternativas mínimamente invasivas resulte atractiva. Las ventajas de tales procedimientos no son solo su naturaleza mínimamente invasiva si no su menor morbilidad, estancia hospitalaria más breve y, lo más importante, la ausencia de opciones alternativas para nuestros pacientes. Las limitaciones consisten en el desafío técnico, necesidad de un equipamiento especializado y la formación extra. Esta charla es una breve visión de conjunto de alguno de los procedimientos de endoscopia intervencionista de mínima invasión que se están llevando a cabo en medicina veterinaria así como alguna de las prometedoras futuras aplicaciones que aún se están investigando.