El término epífora hace referencia al lagrimeo abundante y constante, que clínicamente se manifiesta con el canto medial del ojo humedecido. Se trata de un motivo frecuente de consulta en la clínica de pequeños mamíferos, especialmente en conejos y roedores histricomorfos, como las cobayas y las chinchillas. Existen numerosas condiciones que pueden desembocar en la aparición de epífora, bien por una producción excesiva de lágrima o por un drenaje inadecuado a través del conducto nasolagrimal. Es fundamental establecer un tratamiento basado en un diagnóstico lo más preciso posible, lo que aumenta considerablemente las probabilidades de éxito y disminuye las opciones de cronificación del proceso.