El enfisema subcutáneo (ES) se produce cuando el aire entra dentro del tejido subcutáneo. Esta condición puede causar signos mínimos, pero si se generaliza, puede causar graves complicaciones. El origen puede ser traumático, iatrogénico o espontáneo; siendo el causado por mordedura con lesión en vías respiratorias el más habitual en los pacientes de la clínica veterinaria1.
Históricamente, el ES se ha tratado mediante diversos métodos como la reabsorción pasiva, la colocación de catéteres subcutáneos o la realización de varias incisiones cutáneas (“blowhole”). Estas técnicas presentan algunas desventajas como el tiempo necesario para la reabsorción o complicaciones como la inefectividad de los catéteres subcutáneos debido a la obstrucción del sistema por tapones de fibrina o coágulos2 y todas las asociadas a las heridas creadas (dolor, infección, sangrado,…) . En 1997, Argenta y Morykwasin introdujeron una nueva técnica en medicina humana usando terapia de presión negativa (TPN) para el cierre de heridas que, posteriormente en 2009, se aplicó con éxito para la resolución de enfisemas subcutáneos masivos3. El uso de esta técnica en traumatismo torácico sólo se ha documentado en un perro1. La aplicación tópica de TPN para la evacuación del enfisema subcutáneo no ha sido descrita en la literatura veterinaria. Presentamos la resolución de forma rápida y efectiva de 3 casos de enfisema subcutáneo empleando succión negativa a través de una incisión cutánea, los cuales no tuvieron ninguna complicación.
La TPN debe ser considerada en casos de ES masivo por la rápida resolución mediante un sistema cerrado confortable con riesgo mínimo de infección3.