El linfangiosarcoma es un tumor maligno que se origina en las células endoteliales de los vasos linfáticos. Su incidencia es muy baja, tanto en animales como en humanos.
En personas, parece que la presencia de linfedema crónico, como, por ejemplo, en mujeres con cáncer de mama después de la cirugía, está relacionada con el desarrollo de linfangiosarcoma. En animales se ha descrito tras la amputación de alguna extremidad, aunque no es un factor predisponente.
Por lo general, aparece como una masa subcutánea, de aspecto quístico y edematoso, mal delimitada. Los signos clínicos varían según la localización, y se asocian a un extenso edema y alteración del drenaje de la linfa a través de la piel. En ocasiones, se evidencia una masa mal delimitada. En el gato, la localización más común es el abdomen caudal.
Ya que el diagnóstico citológico tiene muchas limitaciones, debido a las características del tumor, el diagnóstico definitivo debe realizarse mediante histopatología, siendo necesario, en algunos casos, el uso de marcadores específicos.
El pronóstico es pobre, tanto en gatos como en otras especies, por la naturaleza infiltrativa del tumor y la falta de respuesta al tratamiento.
En este caso, se describe la presentación clínica, el procedimiento diagnóstico, el tratamiento y la supervivencia de un gato con un linfangiosarcoma en la región inguinal.