Un profundo conocimiento de la anatomía, fisiología y patología de las especies a estudiar es importante para poder interpretar las pruebas de diagnóstico por la imagen. La radiología es el primer recurso usado en medicina herpetológica. Las fracturas óseas no son infrecuentes en reptiles mantenidos en cautividad. Suelen evaluarse mediante radiografías simples. El clínico debe ser consciente de que el proceso de cicatrización de la fractura implica una combinación de callo óseo y fibroso, por los que la estabilidad de la fractura se produce antes de que sea evidente la cicatrización mediante radiografía. Las enfermedades óseas metabólicas también son extremadamente comunes, pero solo puede conseguirse la visualización radiográfica de la pérdida de hueso cuando la densidad ha disminuido más del 40%. Además de problemas óseos, la radiología permite identificar rápidamente trastornos gastrointestinales (dilatación, obstrucción por cuerpo extraño), problemas del celoma, neoplasias y problemas reproductivos. El quelonios y lacertilios, la distocia o estasis folicular puede diagnosticarse con esta técnica. En lacertilios (como iguanas o camaleones), otro problema común es la enfermedad renal. El agrandamiento de los riñones puede observarse como signo directo en la proyección lateral. Los signos secundarios de enfermedad renal pueden ser la dilatación del tracto gastrointestinal, secundaria al agrandamiento renal que impide el paso de heces por el canal pélvico. Los riñones descansan en el área pélvica y pueden visualizarse a través de un abordaje dorsal, justo por delante de los huesos iliacos. En quelonios, suele ser necesaria la orientación horizontal de los rayos y el posicionamiento horizontal (lateral y craneo-caudal) para reducir errores en la interpretación radiográfica de pulmones, vejiga y otros órganos. Aunque la radiología sigue siendo la forma de diagnóstico por la imagen más utilizada en reptiles, la ecografía y la TAC están ganando terreno porque pueden utilizarse para evaluar todos los sistemas orgánicos del reptil: corazón, hígado, vesícula, vejiga, intestino y tracto reproductivo. Los reptiles con grandes escamas calcificadas pueden ser un problema para la ecografía debido a las bolsas de aire que hay entre escamas. Someter al paciente a un baño templado antes de la exploración reduce la posibilidad de las bolsas de aire, igual que el rociar al paciente con agua justo antes de aplicar el gel. Los animales que están en plena ecdisis también pueden dar problemas en ecografía por el aire que hay entre las capas de piel nueva y vieja. Podemos emplear un baño de agua templada en pacientes pequeños y sumergir la sonda por debajo de la superficie. Los lacertilios pueden colocarse en decúbito dorsal, orientando la sonda hacia abajo, o colocarse en decúbito ventral y usar la sonda desde abajo. La pared corporal ventral es el principal punto de abordaje y proporciona información sobre la mayoría de los órganos celómicos. En quelonios jóvenes o con caparazón blando se puede colocar la sonda sobre el caparazón- En quelonios adultos, las áreas disponibles para ecografía son la fosa prefemoral y la región entre el cuello y la entrada torácica.