La buena noticia es que la Medicina Veterinaria es un negocio rentable. La gente se preocupa más por sus mascotas que por su propia salud. Los números no mienten, pero ¿tenemos un programa claro para creación de valor? Nuestras clínicas no están funcionando del mismo modo que antes de la pandemia. Se han puesto en marcha nuevos flujos de trabajo, procedimientos de funcionamiento y de seguridad. Muchos hospitales funcionan ahora con menos personal y tienen más facturación. Las clínicas de urgencias parecen estar pasando por tiempos especialmente difíciles al estar manteniendo todo el personal pero estar inundados por un plujo continuado de pacientes, ya sean casos urgentes o no urgentes. Los propietarios también notan las restricciones. Tiene que esperar más para conseguir las citas y poder ser atendidos. A los veterinarios cada vez les preocupa más el estrés traumático y la fatiga. La incidencia de fatiga va en aumento entre los profesionales veterinarios, y afecta de forma negativa al bienestar personal y profesional, además de a la provisión de atención a los pacientes. “La mejor forma de predecir tu futuro es crearlo” - dijo Drucker (o Lincoln). Creo que la suerte hay que buscarla, y que mi experiencia como asesor es que hay cuatro pilares que canalizan toda las ideas, información, conocimiento y experiencia en resultados tangibles del negocio. Y son: 1. VISIÓN - Pueden enseñar nuevos trucos a un perro viejo. 2. PERSONAS - El elefante en la habitación. 3. PROCESO - Si no vendes, no es porque tengas un mal producto. 4. DATOS y TRACCIÓN - Ingresos por los que ladrar. Estos 4 pilares completan un sistema operativo que nos ponen a todos en la misma página, usando el mismo lenguaje, buscando la misma perspectiva. Disponer de un sistema operativo permite la delegación y la rendición de cuentas y al mismo tiempo proporciona esa sensación de que la evolución es tan importante que implsa motivación interna en el equipo.