Los trastornos del movimiento son un grupo heterogéneo de síndromes clínicos caracterizados por la aparición de movimientos involuntarios anormales o alteraciones del tono muscular. La discinesia auricular, en particular, es una entidad de etiología desconocida, muy infrecuente, con muy pocos casos descritos en medicina humana y no cuenta actualmente con publicaciones en medicina veterinaria.
Se presentó en consulta un perro castrado, Caniche de 7 años, remitido por su centro veterinario debido a un cuadro de movimientos involuntarios de las orejas, que había comenzado hace dos años, durando varios meses, y había vuelto a aparecer hacía unas tres semanas. En el momento de la consulta el examen físico, neurológico, analíticas completas y resonancia magnética no mostraron alteraciones. Con estos datos, se estableció la discinesia auricular como principal diagnóstico diferencial. Finalmente, se dejó sin tratamiento a la espera de comprobar evolución.
En este tipo de patologías, un protocolo diagnóstico que incluya analíticas completas (hemograma, bioquímica y urianálisis), pruebas de imagen avanzadas (resonancia magnética) y examen de líquido cefalorraquídeo (en los casos que se sospeche de un proceso inflamatorio), permiten establecer como diagnóstico presuntivo un trastorno del movimiento como, en este caso, la discinesia auricular.
En cuanto al tratamiento de los trastornos del movimiento en veterinaria, en algunos casos se han descrito respuestas con las dietas sin gluten y se han probado distintos tratamientos farmacológicos (acetazolamida, fenobarbital, diazepam, clonazepam y fluoxetina) con respuesta variable.
En medicina humana, los tratamientos descritos incluyen inyecciones de toxina botulínica, terapia farmacológica o cirugía.