Por primera vez en 50 años empezaremos a ver disminuir la esperanza de vida de las mascotas como consecuencia del problema de la obesidad. «Al igual que las personas, las mascotas necesitan mantenerse en un peso saludable» según Alex German, Profesor Medicina de Pequeños Animales en la Universidad de Liverpool, Reino Unido. «Sin embargo, es un tema complejo que requiere ser comprendido y el compromiso por parte de los propietarios de las mascotas y los veterinarios». La obesidad de las mascotas empezó a llamar la atención de las personas hace una década, y la preocupación entre veterinarios e investigadores no deja de crecer año tras año. La pandemia de COVID-19 ha intensificado el problema. Buenas noticias desde el Human Animal Bond Research Institute (HABRI - Instituto de Investigación del Vínculo entre Humanos y Animales) y Zoetis: los hallazgos clave demuestran que el vínculo entre animales y personas tiene un valor universal y que es reconocido por los propietarios de mascotas: un 95% considera que su mascota forma parte de la familia, un 86% pagaría lo que fuera si su mascota necesitara una atención veterinaria exhaustiva, y un 75% dijo que harían cambios significativos en su vida en pro de su mascota si fuera necesario. La pandemia de COVID-19 ha hecho que la atención veterinaria haya cambiado. A pesar de los desafíos y cambios en la industria, los veterinarios siguen siendo una pieza central en la atención sanitaria de las mascotas, pero las clínicas deben adaptarse para mantener el ritmo bajo la fuerte demanda de servicios veterinarios. Teniendo todo esto en cuenta, ¿cómo ponemos a la obesidad de las mascotas como primera prioridad en nuestras clínicas? ¿Cómo coordinamos y empoderamos a nuestros equipos para abordar el problema desde el punto de vista de la prevención y manejo con un impacto positivo sobre esta epidemia, ayudando a los propietarios que confían en nosotros a que sus mascotas vivan más tiempo?