La anestesia locorregional ha sufrido un enorme avance en la última década, por un lado, asociado al desarrollo de nuevas técnicas, asociado a diferentes avances técnicos (neurolocalización y mejora en ecografía) al igual que cada vez se conocen mejor sus beneficios dentro de protocolos analgésicos y anestésicos multimodales.
El beneficio de la inclusión de estas técnicas ha sido valorado en múltiples estudios y se basa en la imposibilidad de llegada del estímulo nociceptivo a vías superiores (espinales y/o supraespinales) con la mejora clara en el manejo del paciente durante el procedimiento quirúrgico y la mejora también en los fenómenos de sensibilización asociados al procedimiento. Esto toma gran importancia en el paciente enfermo, en el cual, las reservas funcionales están ya disminuidas, al igual que su capacidad de respuesta a las agresiones externas.