Las variaciones anatómicas incrementan la complejidad de la artoplastia de cadera. La planificación preoperatoria tridimensional incrementa la precisión de la preparación y resulta muy útil para la orientación intraoperatoria. También puede usarse la imagen intraoperatoriamente para verificar la posición del implante, refinando la técnica quirúrgica tanto en casos rutinarios como complejos.