Hay un viejo dicho que dice ‘a la gente no le importa cuánto sabes hasta que no saben cuánto te importa’. Nunca ha sido esto más cierto en el contexto veterinario, y siempre ha sido parte integral del modo en el que trato a mis clientes en la consulta. La ATENCIÓN puede tener muchas formas, pero me resulta útil dividirla en 4 fases: Conexión y Comunicación, Apreciación y Alineación, Refuerzo y Tranquilización, y Educación y Explicación. Las consultas de ATENCIÓN consisten en poner al cliente, sus preocupaciones, necesidades y problemas en el centro de atención en lugar de verlo a él y a su mascota como un rompecabezas a resolver. Esto permite generar confianza y buen entendimiento rápidamente y hace que los clientes estén más contentos, comprometidos y se sientan más vinculados y que se sientan escuchados y comprendidos. También hace que el hecho de pasar consulta sea más agradable y satisfactorio para ti.