Muchos centros veterinarios han tenido un estructura de liderazgo de tipo ‘mando y control’ en la que los propietarios del centro toman todas o casi todas las decisiones y ejercen un estrecho control sobre todos los aspectos de la clínica, la gestión y el personal. Sin embargo, un abordaje que consista en un control manifiesto con poca o nula delegación efectiva puede causar estancamiento y falta de desarrollo del resto del equipo. Las estructuras de ‘mando y control’ también son cansinas y estresantes! Veremos como cambiarlo y los beneficios que puede aportar a todo el equipo. La identificación de talento en el equipo y la puesta en marcha de estrategias para incrementar la implicación y compromiso del equipo en la toma de decisiones ayuda a generar una cultura de responsabilidad y mejora continuada y un equipo que se sienta escuchado y empoderado.